El desarrollo cognitivo (proceso de evolución de las capacidades mentales del niño que le permiten mejorar su capacidad de pensar y razonar) es algo continuo, ya que desde antes del nacimiento un niño va adquiriendo capacidades cognitivas.
La alimentación juega un papel muy importante en este proceso: el apoyo nutricional es crucial y debería iniciar antes del embarazo.
Al nacer, la lactancia materna es el alimento ideal y se sabe que tiene un efecto directamente proporcional al tiempo de consumo: a más tiempo de lactancia materna, mejor el cociente intelectual de niños y adolescentes.
Desafortunadamente, no existe una disponibilidad universal de leche humana, lo que lleva a la búsqueda de sustitutos de la misma que apoyen esas funciones. La industria alimentaria ha desarrollado la producción de alimentos lácteos reforzados con micronutrientes como hierro, zinc y colina. Posteriormente los ácidos grasos de cadena larga (Omega 3 y 6) y DHA fueron adicionados a los alimentos lácteos para mejorar el desarrollo cerebral.
En los últimos años, han cobrado auge los estudios que involucran el eje Intestino-Cerebro. En ellos, se relaciona el tipo de bacterias presentes en el intestino del niño -la microbiota intestinal- y los cambios inmunomoduladores e inflamatorios que estas pueden producir, con condiciones neurológicas, alteraciones emocionales, inclusive el desarrollo psicomotor.
Los probióticos (microorganismos vivos que al ser ingeridos en cantidades adecuadas generan un resultado favorable de salud en el huésped), los oligosacáridos de la leche humana (HMOs) y las proteínas de la leche de vaca han sido investigados a profundidad, lo que ha permitido incorporarlos en los alimentos y bebidas infantiles, sabiendo que son capaces de favorecer el establecimiento de la microbiota intestinal y el desarrollo saludable del niño, después del destete.
Una innovación en la alimentación de niños en crecimiento es el empleo de la llamada proteína A2. Se trata de una proteína que se ha demostrado mejora la digestión y tolerancia de la misma, lo que según los estudios se traduce en una mejor digestión en los niños, incluso se ha reportado un mejor rendimiento intelectual en preescolares.
Junto a los estudios de HMOs que reportan beneficios en la inmunidad de los lactantes, también ha sido investigado su efecto y propiedades para promover mejoras en el desarrollo cognitivo de los niños. Los HMOs son elementos bioactivos que intervienen en el crecimiento, desarrollo cognitivo, inmunológico y en el bienestar digestivo del niño.
Una investigación reciente encabezada por la Doctora Berger en California y publicada en el año 2020 encontró que el consumo temprano (primeros meses de vida) del oligosacárido 2 fucosil lactosa (2′-FL), influye positivamente en el desarrollo neurológico de los infantes. Este oligosacárido es el que se encuentra en mayor abundancia en la leche materna.
Los HMOs se consideran prebióticos, substancias que promueven el desarrollo de bífidobacterias y otras bacterias beneficiosas; su consumo también se asocia a cambios positivos en el desarrollo cerebral.
Al realizar estudios de microbiota intestinal (bacterias normalmente presentes en el tracto gastrointestinal) en lactantes y correlacionar la presencia de esas bacterias con pruebas cognitivas acorde a la edad de los niños, se ha encontrado una relación directa entre la presencia de cierto tipo de ellas (bífidobacterias y lactobacilos, predominantes en niños que reciben leche materna) con mejores resultados en las pruebas cognitivas, comparado con los resultados de niños que no tienen este tipo de bacterias en su microbiota (generalmente por no haber sido amamantados).
Ingredientes como los HMOs sintéticos (estructuralmente idénticos a los encontrados en la leche humana) han sido incorporados por Nestlé® en sus alimentos lácteos y constituyen avances científicos que podemos relacionar con algunos beneficios en el desarrollo cognitivo. Tras años de investigación, el alimento lácteo NAN® SUPREME 3 es uno de los resultados de ese proceso.
Con una combinación pionera y vanguardista, el alimento lácteo NAN® SUPREME 3 ha sido diseñado para apoyar al desarrollo integral de los niños en crecimiento. Es el único alimento lácteo que contiene 2 oligosacáridos sintéticos (2 fucosil lactosa 2′-FL y Lacto N neo Tetraosa, LNnT), proteína de fácil digestión A2 y probióticos que ayudan a potenciar el desarrollo integral a nivel inmune, cognitivo y metabólico.
AVISO IMPORTANTE: LA LECHE MATERNA ES EL MEJOR ALIMENTO PARA EL LACTANTE. Este producto no debe ser utilizado para la alimentación del lactante. Alimento lácteo NAN® SUPREME 3 consumir a partir de los 24 meses. Marcas registradas usadas bajo licencia de su titular Société des Produits Nestlé S.A., Case Postale 353, 1800 Vevey, Suiza.