Desde el pasado 9 de marzo han sucedido 3 de los fracasos bancarios más importantes en la historia, con las caídas de Silicon Valley Bank, Signature Bank y Credit Suisse. Estas entidades tuvieron salidas masivas de depósitos que obligaron a autoridades a intervenir los bancos.
Silicon Valley Bank fue el primero en ser intervenido, este es un banco especializado en atender empresas tecnológicas, las cuales recibieron miles de millones de dólares en fondos en el 2020 y 2021 cuando las tasas de interés estaban en niveles históricamente bajos, que terminan en depósitos bancarios en SVB. Con este aumento en depósitos, SVB tenía un exceso de efectivo que deciden invertir un porcentaje alto en deuda de gobierno de largo plazo. Esta es una inversión muy conservadora y segura, con el riesgo que cuando aumentan tasas, el título pierde valor. Esto sucedió en el 2022, la FED subió drásticamente tasas de interés para combatir la inflación, haciendo que la deuda de gobierno que compraron bajara de valor lo cual no es un problema a menos que tengan que materializar la pérdida.
Este problema lo tienen recientemente cuando la situación de sus clientes empeora, ya que dejan de recibir fondos, aumentando sus necesidades de liquidez. Es decir, los clientes de SVB dejan de depositar al ritmo que lo hacían y más bien empiezan a solicitar más dinero de sus cuentas, aumentando la presión al banco de darle liquidez a sus clientes. Esto los lleva a materializar una pérdida de $2 mil millones de la inversión en deuda de gobierno para aumentar su liquidez. Cuando se hace pública la noticia, empresas con dinero en SVB se asustan y retiran masivamente sus depósitos, haciendo que el banco no tenga liquidez para cubrirlas.
Esto tuvo un efecto dominó inmediato en Signature Bank domiciliado en Nueva York, cuando los depositantes de este banco ven lo que está pasando en SVB se preocupan ya que es un banco con características similares, por lo que empiezan de manera masiva a retirar su dinero para transferirlos a bancos más grandes donde se sienten más seguros. Es decir, la expectativa de una crisis de liquidez los llevó a una crisis de liquidez.
En Europa, con Credit Suisse desde el año pasado habían surgido noticias negativas del banco por pérdidas grandes que tuvieron en su banca de inversión donde tuvieron que reestructurar la empresa. Recientemente se atrasaron presentando estados financieros y además uno de sus principales inversionistas dijo en una entrevista que descartaba de momento invertir más en el banco. Estas últimas noticias junto con la caída de bancos estadounidenses fue donde Credit Suisse terminó de perder la ya deteriorada confianza de sus clientes que hicieron retiros masivos obligando a las autoridades suizas a intervenir y ahora se esta negociando la venta con el banco suizo UBS a un descuento importante.
Queda muy claro que en los 3 casos la gota que derrama el vaso es la pérdida de confianza de sus clientes, la confianza es el principal activo de un banco y perderla genera una bola de nieve que ningún banco en el mundo puede soportar.
Esta es la principal diferencia entre lo que sucede actualmente y el 2008, en el 2008 los bancos tenían porcentajes altos de su patrimonio invertidos en carteras de crédito tóxicas que en algunos casos los hacían insolventes. Actualmente hubo malos manejos de riesgos por parte de algunos bancos, pero sus estados financieros son más saludables y con la adecuada reestructuración y tiempo podían recuperarse. Esto le permite por ejemplo a UBS poder adquirir a Credit Suisse y en el caso de los bancos regionales estadounidenses inclusive se rumora que Warren Buffet podría hacer una inversión importante en ellos pronto, situación que en el 2008 no hubiera sido factible para muchos bancos.
En los últimos días, los reguladores bancarios han hecho una labor importante en restaurar la confianza del sistema financiero y evitar un mayor contagio. Esta situación sin duda afectará el rumbo del mercado para lo que resta del año, con ahora menores expectativas de aumentos de tasas y mayores probabilidades de recesión, de momento los bancos estarán bajo la lupa y es de esperar volatilidad en los mercados.