Pocos esfuerzos culturales en nuestro país llegan a cuarenta años, mucho menos en el estado de salud de Estudio Danza Libre y Ballet de Costa Rica. Fundado el 1.º de febrero de 1985, continúa activo, recibiendo estudiantes, y mejor todavía, presentándose en vivo.
Del 31 de julio al 2 de agosto ofrecerán una temporada de Giselle en coproducción con el Teatro Eugene O’Neill del Centro Cultural Costarricense Norteamericano. Un ballet romántico con música de Adolphe Adam, estrenado en 1841, se presentará con la versión coreográfica de Anton Dolin, en un montaje de Juan José Jiménez.
El director y Fundador del Ballet de Costa Rica y del Estudio Danza Libre confiesa que llegar hasta aquí “ha sido toda una montaña rusa”, pero celebra que se mantiene en pie pese al ir y venir de políticas culturales y el cambiante contexto de la danza local.

Cuando nació el proyecto eran otros tiempos, reconoce Jiménez. Todos los artistas se conocían: cada cual sabía en qué andaba el otro. Graciela Moreno y su pareja, Guillermo Arriaga, lo apoyaron mucho en sus inicios. Doña Graciela soñaba con un ballet adjunto al Teatro Nacional, que dirigía, pues Costa Rica es un caso único en América donde la danza contemporánea se formalizó institucionalmente antes que el ballet.
“Desde que iniciamos, existen el Ballet de Costa Rica, que es la pretensión de tener una compañía costarricense de ballet clásico, y la Compañía de Cámara Danza Libre, que es de danza contemporánea”, explica Jiménez. “Ambas agrupaciones realizan temporadas en el país y también reciben invitaciones para presentarse en el exterior”. En noviembre, la compañía se presentará en el Festival Internacional de Danza de México con dos obras.
El Estudio Danza Libre cuenta con dos programas principales: el profesional, acreditado por la Academia Vaganova de Rusia, que recibe a niños de 5 a 7 años; y Danza Para Todos, un acercamiento a diferentes manifestaciones como ballet, jazz, latino y contemporáneo, para todas las edades (tienen estudiantes hasta de 80 años).

El programa profesional aspira a otorgarles las herramientas a los estudiantes para su desempeño de alto nivel. “Sabemos que, sobre la marcha, posiblemente no todos se van a profesionalizar como bailarines, pero se hace el mayor de los esfuerzos”, explica Jiménez.
Gracias a colaboraciones, cuentan incluso con un programa de becas dirigido a niños y jóvenes de escasos recursos. “No cobrar las clases de danza sería sencillo, pero es también apoyo en transporte, alimentación, vestimenta y otras necesidades”, detalla.
Sabemos que, sobre la marcha, posiblemente no todos se van a profesionalizar como bailarines, pero se hace el mayor de los esfuerzos
— Juan José Jiménez Granados
Ahora bien, quienes alcanzan un nivel profesional usualmente deben irse de Costa Rica para continuar con su carrera. “Con todo este esfuerzo que hacemos con tal de que no se pierda (el ballet), tenemos que ayudarlos a que se vayan”, dice Jiménez. “Tengo baialrines muy, muy buenos que trabajan en un call center o una empresa y cuando terminan van a entrenarse o a ensayar lo que estamos haciendo".
Sí es un desafío, por supuesto, que el público asista a este tipo de espectáculos. “A veces sucede en Costa Rica que la danza le baila a la misma danza”, dice Jiménez. Para el coreógrafo y empresario, el descenso comenzó desde el 2000
“Hemos tratado de bsucar públicos nuevos, rescatar el público que antes llenaba los teatros. Tuvimos temporadas donde de cuatro días con el Teatro Nacional lleno. Ahora, he estado en espectáculos de la Compañía Nacional de Danza con 20 personas en el público, lo cual es sumamente preocupante. Es un reto permanente, no podría relajarse uno en este campo”.

Disfrute ‘Giselle’ en el Teatro Eugene O’Neill
En esta producción participan cuatro invitados notables. La Primera Bailarina Mexicana Blanca Ríos interpreta a Giselle, con Primer Solista de la Compañía Nacional de Danza de México, Alejandro Mendoza, como el Duque. Anton Joroshmanov, solista de la compañía, y la costarricense radicada en Nueva York Camila Pino completan el elenco protagónico.
Las funciones se realizarán: jueves 31 de julio, viernes 1.º y sábado 2 de agosto, 7p. m., y domingo 3, 5 p. m. en el Teatro Eugene O’Neill del Centro Cultural Costarricense Norteamericano (barrio Dent).
Las entradas están disponibles en la plataforma teo.cr y puede obtener información en el 8994-1124.