
El icónico actor estadounidense Willem Dafoe acumula una amplia lista de actuaciones que marcaron el cine. Pero, entre su variado repertorio de papeles, hay uno que destaca por polémico: la película La última tentación de Cristo (1988).
Recientemente, Dafoe, como parte de su participación en el Festival de Cine de Sarajevo, dio una conferencia reseñada por el medio The Hollywood Reporter, en la que se refirió a varios temas, incluido la controversial cinta dirigida por Martin Scorsese.
Según recordó, en su primer acercamiento con Scorsese le “parecía extraño” el planteamiento, pero a medida que conoció sus aspiraciones con el filme decidió aceptar ponerse en las sandalias de un Nazareno que declina los designios divinos y decide entregarse a una vida humana.
“Es un papel hermoso, porque (se trata de) la parte humana de Jesús, y es un hombre que de alguna manera rechaza esa responsabilidad que se le da. Eso era un lugar muy interesante en el que estar, y es uno de mis papeles favoritos, creo, porque fue muy exigente, porque aparecía en casi cada toma. Aunque no lo crean, era una película de muy bajo presupuesto”, comentó.
Además, afirmó que su mayor reto fue liberarse de las imágenes y expectativas sobre Jesús y entender que “No eres el Jesucristo. Eres un Jesucristo”.

Por otra parte, reveló que quedó impactado por la acogida del público y por las fuertes medidas que se tomaron contra la cinta. En Costa Rica, por ejemplo, se censuró y prohibió la reproducción del filme.
“Fue demasiado escandaloso para la gente, así que incluso sin ver la película hubo enormes protestas en su contra. Y luego se transformó en una cosa muy extraña sobre los judíos en Hollywood. Se volvió un asunto antisemita y fue creciendo. Y la percepción es que fue la Iglesia católica, pero en realidad no lo fue”, expresó.
“Fueron los grupos de derecha fundamentalista en Estados Unidos los que empezaron esto y luego se extendió a varios lugares”, añadió.
Willem Dafoe fue sincero al declarar que la controversia tuvo un fuerte impacto en él, pues se implicó al máximo en la producción.
“Me sorprendió, porque en una época de películas ultraviolentas, de porno y de todo tipo de cine, esta era una película que intentaba hablar sobre la naturaleza de la fe. Sí, fue un golpe, porque era una cinta en la que estaba muy involucrado mentalmente. Así que realmente impidió que se distribuyera ampliamente”, aseguró.