El fallecimiento de Gary Austin, exesposo de Lynda Díaz, golpeó a la familia de la modelo puertorriqueña este 26 de octubre. El luto incluyó también a Nicole Coco Roper, de quien el empresario estadounidense fue padre de crianza, durante dos décadas.
A pesar de no llevar su sangre, Roper construyó una relación cercana con Austin, al punto de verlo como un papá. Así lo hizo saber en un reciente video publicado en sus historias de Instagram, en el que, en lugar de un discurso, optó por compartir un especial momento que evidencia su conexión.
En el clip, dedicado al estadounidense de 84 años, Nicole se grabó a bordo de su carro mientras canta un fragmento de la canción Don’t Know Why, de la artista Norah Jones.
Según reveló la creadora de contenido, este tema era uno de los que más le gustaba a su padrastro.
“You will be on my mind forever, dad (Tú estarás siempre en mi mente, papá). Una de sus canciones favoritas”, escribió la influencer tica.
La estrofa que cantó Coco Roper en homenaje a Austin, reza lo siguiente, en español: “Pero estarás en mi mente para siempre, a lo largo del mar infinito. Moriría de éxtasis, pero seré un saco de huesos, manejando solo por el camino.”
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Lynda Díaz y Gary Austin se conocieron en uno de los viajes del empresario a Costa Rica. Debido a sus negocios, Austin vivió a principios de este siglo entre las ciudades de Los Ángeles y Las Vegas.
La sonada boda entre ambos ocurrió el 13 de julio de 2002 en el Hotel Camino Real-Intercontinental, en Escazú.
Contó con la presencia de poco más de 300 invitados y en la ceremonia sonaron las notas del grupo Éditus y de 26 músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional. Para la fiesta, la animación estuvo a cargo de los grupos Expresso y Requete.

