
Un error en el diagnóstico de un hospital en Texas dejó a un niño de 6 años en estado crítico. El menor quedó paralizado y perdió la conciencia pocas horas después de haber sido diagnosticado con una gripe común, aunque en realidad padecía una condición neurológica rara y potencialmente mortal.
Los hechos ocurrieron en Estados Unidos, cuando Witten Daniel ingresó al centro médico con mareo y dolor de cabeza. En cuestión de horas no podía caminar, hablar ni respirar sin asistencia de un respirador. Su madre, Casey Daniel, recordó que creyó que lo perdería ese mismo día.
LEA MÁS: El ejercicio de 1 minuto que protege las rodillas y es parte del entrenamiento de astronautas
El hospital decidió intubarlo de emergencia mientras realizaba exámenes para encontrar la causa. Descubrieron un inusual cúmulo de vasos sanguíneos que filtraban sangre en el tronco cerebral del niño, una condición que los médicos nunca habían enfrentado antes.
El estado de salud de Witten se deterioró con rapidez. Sufrió convulsiones y derrames cerebrales. Los especialistas advirtieron que, en caso de sobrevivir, necesitaría un respirador y alimentación por sonda de forma permanente. También aseguraron que no volvería a caminar.
Frente a ese panorama, Casey decidió buscar ayuda por cuenta propia usando Google. Tras revisar decenas de artículos, encontró información sobre la condición que afectaba a su hijo.
Allí leyó un texto escrito por Jacques Morcos, un neurocirujano de UTHealth Houston, con experiencia en ese tipo de malformaciones.
La madre contactó al especialista por correo electrónico. Morcos respondió de inmediato y pidió trasladar a Witten de forma urgente a su hospital.
El nuevo equipo médico confirmó que el menor sufría una malformación cavernosa cerebral, una enfermedad cuyos síntomas suelen manifestarse entre los 20 y 40 años. Convulsiones, hemorragias, visión borrosa, dolor de cabeza, debilidad y dificultad para hablar son algunos de los signos.
En el 20% de los casos, esta condición tiene origen genético y puede generar múltiples malformaciones a lo largo de la vida.
Apenas ingresó al nuevo centro médico, el niño fue operado de emergencia. La cirugía duró cuatro horas y estuvo a cargo de Morcos y el neurocirujano pediátrico Manish Shah. Los especialistas lograron estabilizar al menor.
Witten volvió a respirar por sí solo y recuperó el habla pocas horas después de la intervención. Seis semanas más tarde, regresó a casa en Lubbock para celebrar su cumpleaños número 7. En ese momento, expresó agradecimiento a los médicos por permitirle ver nuevamente a sus amigos.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.