
John Luther es policía, posiblemente el mejor de todo Londres. John Luther es también un hombre violento... un buen hombre violento, si tal contradicción es posible.
Luther , la serie, es un título del que deberíamos estar hablando hace rato, pero rara vez lo hacemos. Pocos dramas policiales han logrado llegarle al nervio de la audiencia de un modo tan brutal como esta producción de la BBC, que tiene la particularidad de ser una serie encajada en formato de miniserie, cuyas temporadas no pasan de los seis episodios y que se estrenan, con suerte, cada par de años.
Desde el 2010 de Luther apenas hemos podido ver 16 capítulos, y cada uno valió más que años de, digamos, NCIS . La crítica se rindió ante esta producción, que en Rotten Tomatos y Metacritic goza de saludables calificaciones, además de incontables nominaciones y victorias en premios como los Satélite, los Emmy y los Globos de Oro. Mucho del reconocimiento es para la estrella, Idris Elba, quien ha construido los mejores años de su carrera sobre los hombros de su alter ego John Luther.

Para nuestra buena fortuna, las tres primera temporadas de la serie están disponibles en la plataforma latinoamericana de Netflix y en ese servicio son constantes los recordatorios de que este es un programa que uno sí debería ver. En mi caso, Luther es de los contenidos que más valor le ha dado al pago mensual de una suscripción en esa plataforma de streaming , y es el primer título que sugiero cuando alguien me pregunta “por algo bueno y no quemado” para ver en Netflix.
De ahí que parezca algo a destiempo venir a hablar a estas alturas de que la señal latinoamericana de BBC transmitirá a partir de este jueves 4 de agosto la segunda y tercera temporada de Luther . Sin embargo, aprovechemos dicho anuncio para darle algo de espacio a una producción a la que le teníamos pendientes al menos un par de páginas. Nunca es tarde para hablar de lo que realmente vale la pena.
Un hombre gris
John Luther no es bueno, ni malo. Su definición no va por ahí. El suyo es un personaje en eterna zona gris, cuyos motivos son nobles, mas sus métodos bien podrían parecer barbáricos.
El detective Luther sabe que existe la ley, pero por encima de ella valora principios más básicos: lo bueno, lo correcto. De ahí que este oficial de la ley suela darse licencias para actuar fuera del marco legal, pues solo alguien que se sale de los manuales es capaz de lidiar con las bestias que él enfrenta.
John es parte de la Unidad de Crímenes Serios y Seriales, especializada en dar caza a los asesinos más demenciales que aterrorizan a los londinenses. Con su placa, pero ante todo con su cerebro, John corre detrás de seres humanos totalmente deshumanizados, desprovistos de cualquier tipo de empatía o compasión hacia los demás y que disfrutan al infringir sufrimiento y terror a quien sea.
Con un trabajo así, es imposible para John mantener su vida personal y profesional inmune a los demonios.
John Luther no siempre le encuentra valor a su vida. Su resistencia a ser consumido por las sombras no viene del amor propio, sino de un sentido inclaudicable de servicio, de anteponer a los demás. Es su obsesión por ayudar a otros lo que lo mantiene andando.
Al lado de John hay personajes igualmente complejos y atrayentes. Está el joven detective Justin Ripley (Warren Brown), un compañero leal que no siempre sabe bien cómo lidiar con los violentos métodos de su mentor. También conocemos a jefe Martin Schenk (Dermot Crowley), un viejo zorro experto en resolver crímenes y quien se juega el pellejo una y otra vez por Luther.
Un caso especial es el de Alice Morgan (Ruth Wilson), la carismática psicópata que logró burlar a John en la primera temporada, al librarse del homicidio de sus padres a pesar de que el detective pudo demostrar su responsabilidad en el crimen. Entre Alice y Luther se establece una complicada relación de antagonistas y aliados que se inclina según las circunstancias de sus disparatados encuentros.
Para los efectos de la transmisión que hará BBC Latinoamérica, se trata de ocho episodios; cuatro de la segunda temporada (2011) y los restantes de la tercera (2013). En estos, John Luther irá tras dos gemelos psicópatas, un asesino de niños, y un vigilante que toma la justicia por sus manos, entre otros. Todo esto pasa mientras trata de rescatar a la hija de una amiga de un círculo de violencia y explotación sexual, y se sobrepone a la pérdida de su esposa (asesinada por un compañero policía en el cierre de la primera temporada).
Hágame caso: Luther es una serie corta (¡demasiado!) que vale cada minuto que le dedique. Búsquela en Netflix e igual, si pude, tómela con calma y degústela en las transmisiones de BBC. Su buen paladar televisivo le estará eternamente agradecido.
Véalo. Jueves 4 de agosto. BBC Entertainment. 9:00 P. M.