Una reflexión mediante la sátira y crítica social. Así se caracteriza a Black Mirror, la serie inglesa que representa a lo largo de sus episodios cómo la tecnología y el Internet llegaron para cambiar la forma en que convivimos actualmente.
Esta producción, que vio su nacimiento en diciembre del 2011, se podrá disfrutar de diferentes maneras en el canal I.SAT: en un especial que se emitirá el sábado 28 de febrero y el domingo 1.° de marzo; en capítulos dobles que se proyectarán los días 7, 14 y 21 de marzo y en un maratón que coincidirá con el especial, el día 28 de febrero.
Esta producción es un trabajo del columnista, crítico de televisión y guionista británico Charlie Brooker.
En su primera temporada la serie muestra tres historias independientes donde se representa el papel que juega o jugará la tecnología en la vida de las personas.
Según explicó su creador al diario The Guardian, la serie proyecta los efectos secundarios que tienen el uso de aparatos electrónicos y el consumo excesivo de Internet.
“Esta área entre el placer y el malestar es donde Black Mirror está establecida. El espejo negro (black mirror) del título es lo que usted encontrará en cada pared, en cada escritorio, en la palma de cada mano: la pantalla fría y brillante de un televisor, un monitor, un teléfono inteligente”, dijo.
Lejos de lo que se podría imaginar esta serie busca despojarse de los prejuicios y más bien quiere representar lo que sucede en la actualidad, o bien lo que puede pasar en el futuro.
“Por encima de todo, Black Mirror es entretenimiento y sátira. Son historias dramáticas, aunque también hay humor, que a menudo tiene un aire bastante sombrío. No acusamos con el dedo, en plan 'Toda la tecnología es mala'. No es eso. Buscamos explorar posibles '¿Y si...?' Incluso evitamos mencionar los aspectos tecnológicos para que no parezca que alguien está leyendo las instrucciones de una antena parabólica. Se trata más de un juego travieso”, comentó el mismo Charlie Brooker al canal TNT de España en su temporada de estreno.