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Diane Peterson era una joven profesora de una secundaria en California, Estados Unidos, hasta que un horroroso crimen acabó con su vida, en los pasillos de aquel centro educativo.
El caso ocurrió en 1978 y hasta hoy, casi 50 años después, la justicia pudo darle fin y determinar oficialmente quién fue el asesino.
Así lo informó el medio estadounidense People con base en un comunicado de la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Santa Clara.
De acuerdo con la información, este año se declaró como culpable a un estudiante de Peterson, de apellido Nickerson, quien al momento de asesinar a la docente tenía 16 años.
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El 16 de junio de 1978, reseñó People, la profesora fue encontrada muerta por una estudiante; su cuerpo estaba tendido en el suelo con una herida de arma blanca en el pecho.
El incidente ocurrió un día después del cierre del ciclo escolar, cuando el profesorado limpiaba las aulas antes de salir a vacaciones.
Nickerson figuró como sospechoso desde las primeras indagaciones. De hecho, la foto policial del joven coincide bastante con un retrato hablado que se hizo a partir de varios testimonios.
Aparentemente, ese año el joven habría confesado su culpabilidad a un familiar. Además, en un escalofriante testimonio, un testigo aseguró que vio al joven portar un cuchillo que tenía escrita la frase “Querida profesora”.
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No obstante, el joven, quien se quitó la vida en 1993, nunca se pudo declarar como culpable.
En 1983, la familia de un alumno aseveró que su hijo presenció el crimen; aunque el menor luego lo negó. Al año siguiente, otro testigo declaró que el asesinato habría sucedido luego de que la maestra descubriera al joven vendiendo drogas.
Hace dos años, el laboratorio forense del fiscal hizo pruebas exhaustivas de ADN, pero no fueron concluyentes. Fue hasta este 2025 que un familiar de Nickerson declaró a las autoridades judiciales que el adolescente admitió el asesinato al llegar a su hogar, minutos después de perpetrarlo.
“Aunque el sospechoso nunca enfrentará un juicio ni pagará por sus actos, esperamos que esta resolución brinde algo de paz a los seres queridos de la víctima y a una comunidad que ha cargado con esta pérdida durante demasiado tiempo”, expresó Paul Joseph, jefe de la Policía de San José, California, en un comunicado.
“Que esto sea un recordatorio solemne: no importa cuánto tiempo pase, seguiremos buscando la verdad, porque cada víctima importa y cada vida merece justicia”, indicó Joseph.
