
Kira Cousins, vecina de Airdrie, utilizó durante meses una prótesis de embarazo para sostener la mentira. Presentó un supuesto ultrasonido, organizó una revelación de género y anunció el nacimiento de una niña a la que llamó Bonnie-Leigh Joyce, con un peso inventado de 2,3 kilos.
El engaño se descubrió cuando la familia empezó a sospechar porque el supuesto bebé nunca lloraba. Cousins no permitía que nadie cargara a la muñeca reborn, alegando problemas de salud. Incluso llegó a enviar un mensaje al hombre a quien señaló como padre, asegurando que la niña había muerto.
La situación salió a la luz gracias a una prima de Cousins, quien afirmó que todos habían creído la historia porque ella difundió ecografías y publicaciones en redes sociales donde afirmaba que la niña tenía una condición cardíaca.
Ante la presión, la joven utilizó su cuenta de Instagram para disculparse. Reconoció que falsificó ultrasonidos, inventó conversaciones y creó un relato completo de parto. Aceptó que dañó a quienes confiaron en ella y señaló que buscaba ayuda profesional.
Cousins también dirigió disculpas específicas a la familia del supuesto padre. Admitió que los hizo parecer en público como personas crueles, cuando en realidad el error fue únicamente suyo.
El caso generó gran repercusión en Escocia y en medios del Reino Unido por el nivel de detalle con que la joven desarrolló la farsa.
@neavemcrobert ❌❌KIRA COUSINS AND BONNIE-LEIGH ❌❌
♬ original sound - NeaveMcrobert
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.