
El mismo día que Estados Unidos activó nuevas restricciones migratorias para ciudadanos venezolanos, una mujer cruzó sin obstáculos. Lo hizo con una visa K-1, conocida como visa de prometido, otorgada para casarse con un ciudadano estadounidense.
Loren Romero, como figura en redes sociales, relató en TikTok cómo su ruta cambió a último momento. Voló de Lima a Bogotá y, desde allí, a Orlando. En el aeropuerto de Perú la interrogaron con insistencia sobre su estatus migratorio. En Estados Unidos la espera fue corta, las preguntas mínimas y la entrada legal.
Romero explicó que su ruta original de vuelo era Lima-Medellín-Orlando, pero por cuestiones logísticas terminó viajando vía Bogotá.
Antes de salir de Perú, en el aeropuerto Jorge Chávez, personal de Avianca le preguntó por el tipo de permiso con el que pensaba ingresar y también le solicitaron “el número de visa”. Al respecto, mencionó: “No, en Lima fue que me preguntaron todo”, haciendo referencia a que pensaba que los controles se realizarían en Colombia.
Así fue el control migratorio en Orlando
Al llegar al terminal C del Aeropuerto Internacional de Orlando, los oficiales de Migración solicitaron los pasaportes de su esposo, su hijo y el de ella. Romero afirmó que uno de los agentes examinó con detenimiento los documentos y consultó: “¿El niño es de ustedes?”.

Ella respondió que sí y aclaró que el documento del niño había sido emitido en Perú, aunque ya tenía pasaporte estadounidense.
“Él colocó una cara medio dudosa, porque el pasaporte de mi esposo dice que fue hecho en Puerto Rico y el de mi hijo en Perú”, relató.
Luego de revisar los datos, el oficial les informó que serían llevados a otro espacio para continuar con el procedimiento. “Nos dijo que nos iba a derivar a un lugar donde nos iban a tramitar lo de la entrada”, añadió.
Romero especificó que la sala no era un cuarto cerrado, sino “una oficina bien grande donde había dos agentes también de Migraciones”. Después de una espera de aproximadamente 20 minutos, la llamaron para finalizar el proceso.
Las dos únicas preguntas del agente

El oficial encargado le planteó únicamente dos preguntas. Primero le pidió la dirección en la que se hospedaría en Florida. Luego, le comunicó lo siguiente: “Tienes hasta el 5 de septiembre para casarte”. Su pareja quiso confirmar si con eso finalizaba el trámite y el agente respondió: “Sí, es todo”.
La mujer reconoció que tuvo temor debido al contexto político. “De verdad, yo estaba bien nerviosa, pero fue más fácil de lo que me imaginé”, aseguró.
También señaló que no fue necesario llenar ningún tipo de formulario, a diferencia de lo que había visto en testimonios de otras personas: “No llenaron ningún formulario, solamente me hicieron esas dos preguntas y ya”.
Al finalizar su testimonio, dejó una recomendación para quienes planeen entrar por la misma vía: “A los que vayan a entrar por Orlando, yo les conté mi experiencia, donde fue bastante amable la entrada y no tuve ningún tipo de problema con absolutamente nada, gracias a Dios”.