
Ella era una carmelita de clausura y él un seminarista. Se conocieron siendo unos jóvenes muy seguros de que su vocación era el servicio religioso. Sin embargo, el tiempo cambiaría sus planes y los uniría en un sacramento muy distinto: el matrimonio.
Laís y Jackson Dognini, una pareja brasileña, ha llamado la atención en redes sociales con su peculiar historia de amor, que comenzó en un seminario. Ambos se casaron en marzo de este año, pero fue recientemente que Laís recordó el inicio del noviazgo, cuando Jackson demostró interés al devolverle un libro que ella le había prestado, con la página doblada, donde se narraba la historia de unión entre San Luis y Santa Celia.
La influencer digital y el profesor de filosofía, ambos originarios de Jaraguá do Sul (Santa Catarina), en Brasil, sorprendieron a sus seguidores al revelar que, antes de convertirse en marido y mujer, habían recorrido caminos religiosos durante años.
Laís pasó dos años en un convento de clausura, llegó a vestir el hábito y a convertirse en novicia. Jackson, por su parte, dedicó cinco años al seminario. Cuando se conocieron, hace más de seis años, ambos estaban profundamente comprometidos con sus vocaciones religiosas. Frecuentaban los mismos espacios misioneros, pero ni siquiera se habían saludado.
El reencuentro ocurrió años después, cuando Laís dejó el Carmelo por motivos de salud —fue diagnosticada con distimia, una forma leve y crónica de depresión. Jackson, aun seminarista, se enteró de su salida y le envió un mensaje diciéndole que rezaba por su regreso. Sin saberlo, aquel gesto fue el primer paso hacia una nueva etapa en la vida de ambos.

Las conversaciones esporádicas se volvieron frecuentes. Compartieron su fe, experiencias y dudas. Cuando Jackson también decidió dejar el seminario, el lazo entre ellos se fortaleció. Según Laís, la decisión fue completamente personal y ocurrió antes de que existiera cualquier vínculo afectivo entre ambos.
“Él quería ser sacerdote y fue al seminario; yo quería ser religiosa (no uso la palabra monja porque no me gusta) y fui al convento”, escribió Laís en una publicación que se volvió viral.
El noviazgo comenzó en abril de 2024. Seis meses después, en octubre, se comprometieron. Y en marzo de 2025 llegaron al altar, ya no como religiosos, sino como esposo y esposa.
“Parece poco tiempo, ¿no? Pero seamos sinceros, ya somos adultos y sabemos lo que queremos en la vida”, escribió Laís en una publicación.
La historia del matrimonio generó una ola de apoyo en redes sociales. “No fue una huida de la vocación, fue un reencuentro con ella”, comentó una seguidora. Otro usuario escribió: “Dios escribe recto en líneas que ni siquiera sabíamos que existían”.
