
Un menor de 12 años, identificado como Amador Flores Vargas, falleció tras sufrir una infección grave provocada por piojos hematófagos en la ciudad de Sabinas, Coahuila, al norte de México.
El caso encendió alertas sanitarias en el país debido a la agresividad del cuadro clínico y la rápida evolución de la enfermedad.
El niño fue trasladado en estado crítico al Hospital Materno Infantil de Coahuila, donde ingresó con fiebre alta, deshidratación severa y signos de fallo orgánico múltiple.
Según los médicos, presentaba insuficiencia hepática, descenso severo de plaquetas y septicemia, producto de una infección bacteriana conocida como riquétsiosis, transmitida por piojos infectados.
Enfermedad poco común, pero mortal
La riquétsiosis es provocada por bacterias del género Rickettsia y puede contagiarse a humanos mediante pulgas, carrapatos, ácaros o piojos. Si no se trata a tiempo, la infección puede derivar en intoxicación sanguínea, fallo multiorgánico y muerte.
Los síntomas incluyen fiebre continua, dolores musculares, náuseas, vómitos, inflamación de ganglios, erupciones cutáneas y malestar general. Estas señales pueden confundirse con cuadros virales comunes, lo que retrasa su diagnóstico.
En este caso, los médicos sospechan que el menor había estado infectado al menos ocho días antes de llegar al hospital.
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Aunque recibió antibióticos de forma inmediata, su salud se deterioró rápidamente hasta llegar a un choque séptico, que provocó su muerte el 2 de junio.
Acciones tras el fallecimiento
Luego del deceso, las autoridades de salud aplicaron un cordón sanitario en el barrio donde vivía la familia de Amador. Equipos especializados realizaron inspecciones y desinfecciones en viviendas cercanas para contener el posible brote del parásito.
El epidemiólogo Alfredo De León Camacho recomendó acudir al centro médico ante cualquier signo de fiebre alta, manchas en la piel, agotamiento extremo o contacto reciente con parásitos. Indicó que el tratamiento temprano aumenta significativamente las probabilidades de recuperación.
Prevención y vigilancia
Especialistas subrayaron la importancia de mantener la higiene del cuero cabelludo, revisar con frecuencia a los menores, no compartir pentes, gorras o cepillos, y buscar atención médica inmediata ante infestaciones.
Aunque este tipo de contagio es raro, puede afectar a comunidades expuestas a condiciones sanitarias deficientes o que tengan contacto con animales infestados.
Las bacterias de Rickettsia pueden alojarse en pulgas, ácaros y piojos que habitan en perros, gatos, roedores y otros pequeños mamíferos, e incluso pueden permanecer en la ropa o el cabello humano.
La muerte de Amador causó consternación en la comunidad y recordó los riesgos de ignorar infecciones causadas por parásitos, comúnmente vistos en la infancia, pero que pueden tener consecuencias letales.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.