¿Qué tienen en común la música y el fútbol?, pues que ambas desatan pasiones. Eso lo sabe bien el entrenador costarricense Marvin Solano, quien además de ser un intenso amante del balompié es un gran admirador de Joan Manuel Serrat, artista que este sábado cantará por última vez en Costa Rica.
Sí, don Marvin, el mismo que en nuestro país ha estado al frente de equipos como el Herediano, Cartaginés, Universidad de Costa Rica y Puntarenas es uno de esos miles de fanáticos que despedirán al maestro Serrat durante el espectáculo que brindará el catalán en el Anfiteatro Coca-Cola del Parque Viva, como parte de su gira de despedida.

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El boleto al recital, que Solano atesora con su corazón, fue un regalo de cumpleaños que le hicieron sus hijos porque saben del respeto y el amor que profesa el entrenador de fútbol por la música y la poesía de Serrat, una admiración que inició por casualidad cuando Solano tenía 15 años y que se ha mantenido vigente durante todos estos años.
Solano, quien es oriundo de Aserrí, contó que cierto día andaba de caminata por las montañas y que cuando llegó a su casa se encontró un toca discos y un álbum de Serrat en su cuarto. “Una amiga estaba de visita en mi casa, ella andaba cargando con el toca discos y el álbum Mediterráneo. Cuando llegué de caminar me los encontré en mi cuarto y puse el disco. Desde ese momento no he dejado de escucharlo, me encantó”, recordó con cariño.
Ese click que hizo el técnico con Serrat, se ha alimentado profundamente a lo largo de los años. Solano confesó que ha visto al artista en muchísimos conciertos, que lo ha estudiado y hasta fue a visitar Poble Sec -el barrio donde creció el músico-, sin embargo nunca ha intercambiado palabras con el artista.
“Solo una vez estuve cerca de él, fue después de un concierto que dio en el Teatro Nacional. Fui con una amiga y a la salida lo topamos, ella le habló y él se portó muy amable. Yo simplemente me quedé paralizado, no dije nada de nada. Algo así me pasó cuando conocí a Pep Guardiola (director técnico español), porque ambos son mis referentes”, dijo.
Gran seguidor
La primera vez que Solano vio a Serrat en un escenario en nuestro país fue en 1972, cuando el español ofreció un concierto en el centro de recreación de la Universidad de Costa Rica.
“Ese año, justamente, fue cuando yo entré a la universidad”, contó el DT.

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La admiración por la música del catalán se dio porque en muchas situaciones de su vida Solano se ha sentido identificado con el artista. “Él escribía y cantaba lo que yo quería decir, lo que pensaba; por supuesto que mucho mejor de lo que nosotros, siendo jóvenes, podíamos hacerlo. La primera canción que escuché suya fue Mediterráneo, desde ahí empecé a conseguir todos los discos”, dijo.
El también exfutbolista confesó que hay canciones que relacionan íntimamente con su vida, entre ellas Tu nombre me sabe a hierba -porque se considera un hombre de campo- o Canción para mi maestra, porque al igual que Serrat, el primer amor de Solano fue una maestra suya de la escuela.
Solano ha visto en vivo al español en muchos escenarios. Ha ido a recitales en el Teatro Nacional, en Ojo de Agua, en La Sabana, e incluso fue al teatro Rubén Darío, en Nicaragua, para ver a su ídolo musical. Este sábado irá a Parque Viva con la intención de escucharlo por última vez, aunque en un principio no estaba tan convencido de ir al show.
“No pensaba ir al concierto porque he ido a muchos y quería mantener la imagen de él intacta. Sin embargo, mis hijos me regalaron las entradas de sorpresa y estoy emocionadísimo por verlo de nuevo”, confesó Solano, quien irá acompañado por su hija al espectáculo.
“Él es un privilegiado, porque ha dicho que en la vida pudo hacer lo que quiso y además le pagaban por ello. En mi caso es lo mismo, yo estudié medicina pero después me dediqué al fútbol que amo tanto. Verlo con casi 79 años dando conciertos me enseña que cuando hay pasión, la edad se olvida”, afirmó.

Algo que Solano siempre admirará de Joan Manuel es su sensibilidad social y política. Sus canciones siempre le han fascinado y admite que siente un respeto muy grande porque, a pesar de ser un artista con mucha fama, su mensaje siempre ha sido consecuente.
“Es un ser humano inteligente, sensible y capaz de mantener la magia de sus obras por muchas generaciones”, concluyó.