
Este domingo, más de 20.000 personas caminaron por los 1.254 metros de alfombra roja que fueron dispuestos en las afueras del Staples Center, en Los Ángeles, California, y cuyo desfile sirve como preámbulo para lo que será una noche de celebración
Contrario a lo que muchos podrían pensar, esta cantidad de asientos cada vez resulta más pequeña para la cantidad de artistas, mánagers e invitados especiales que desean asistir a la velada, por lo que es muy común que cada año se vayan reduciendo las invitaciones para aquellos músicos que no están nominados o formarán parte del espectáculo en vivo de los Grammy.
A lo largo de todos estos años son muchas las curiosidades que ha dejado a su paso esta premiación, y aunque no podríamos decidir cuál son las favoritas, una de las más sorprendentes fue la protagonizada por la cantante Aretha Franklin cuando en la ceremonia de 1998 fue llamada minutos antes por la producción para que sustituyera a Luciano Pavarotti para interpretar Nessun Dorma de la ópera de Puccini Turandot.
“Este fue uno de los momentos de mayor tensión para todos, porque es un espectáculo en vivo, y no podíamos salir ante la audiencia y decir que no había nada que presentar. Sin embargo, por dicha contábamos con la presencia de Aretha, quien supo sacar adelante la tarea y se lució como nunca en el escenario”, comentó Ken Ehrlich, productor de la ceremonia desde 40 años y que este 2020 se despedirá de la academia.
Aunque siempre son protagonistas los ganadores en cada gala, también es importante reconocer a aquellos quienes no han tenido la oportunidad de subirse al escenario a recibir el tan ansiado gramófono. Hablamos precisamente de Snoop Dogg y Brian McKnight, pues el primero ha sido nominado en ocho ocasiones, mientras que el segundo en 16 oportunidades, pero ninguno de los dos se ha llevado ni un premio de años.
En el otro extremo de la historia, tenemos a tres expresidentes de los Estados Unidos nominados en las categorías de mejor álbum hablado: Jimmy Carter, quien ha sido nominado en cuatro ocasiones y de las cuales ganó tres; Bill Clinton también fue postulado en tres oportunidades y se llevó consigo dos premios. Por último, pero no menos importante, Barack Obama tiene dos gramófonos en su currículum y la cereza del pastel llegó este año cuando su esposa, Michelle Obama, también recibió su primer Grammy por Mi historia.

Y es que si hablamos del papel que han jugado las mujeres en esta premiación, que se ha realizado 34 veces en Los Ángeles, nueve veces en Nueva York y en una oportunidad en Nashville, es que fue hasta el 2005 cuando la actriz y comediante Queen Latifah se convirtió en la primera mujer que condujo la gala en el 2005. Eso significa que 14 años después le llegó el turno a la cantante Alicia Keys, quien repitió nuevamente este año.
Sin embargo, si tuviéramos que decir cuál fue el año en el que las mujeres marcaron un antes y un después en los Grammy fue 1999, cuando se llevó a cabo la edición número 41. En aquel entonces, el mayor éxito recayó en Lauryn Hill, quien a sus 23 años se llevó consigo cinco premios por The Miseducation of Lauryn Hill, su álbum en solitario, incluido el de álbum del año.
Medios como El País de España reseñaron en aquel entonces que fue una noche inolvidable gracias a la veterana Madonna, que hasta ese entonces no había ganado más que un Grammy por un vídeo musical, y en esa ocasión obtuvo tres, incluyendo el de álbum pop del año, Ray of light, que muchos críticos consideraron su trabajo cumbre. Celine Dion y su canción de Titanic, Alanis Morissette y Sheryl Crow completan la lista de ganadoras femeninas.

Si entramos de lleno en récords no podemos dejar de lado al difunto Sir George Solti, un director de orquesta húngaro-británico que trabajó durante 22 años en la Orquesta Sinfónica de Chicago y ganó 31 premios y estuvo nominado en 74 ocasiones. En el caso de Quincy Jones y Alison Krauss, ambos se encuentran empatados con un total de 27 cada uno.
Uno de los momentos más vergonzosos de los Grammy fue el protagonizado por el dúo alemán de música pop Milli Vanilli, quien en noviembre de 1990 fue despojado de su galardón como artistas noveles, debido a que ninguno de los integrantes había cantado ni una sola nota de su disco Girl. Esta ha sido la única ocasión en la que la Academia decidió retirar un premio.
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Elaborado con un metal especial llamado grammium, la estatuilla que se entregó este domingo en las 55 categorías de los Grammy, pesa 2,721 gramos, y solo dos artesanos han tenido la oportunidad de fabricarlos en todos estos años: Bob Graves, desde 1958-1984, y John Billings desde 1985 hasta la actualidad. Sin embargo, cada año son más los artistas que sueñan con sostener un gramófono en sus manos y, con ello, sentir que su esfuerzo por llegar hasta el escenario del Staples Center valió cualquier sacrificio.