La postergada visita a Costa Rica de la boy band angloparlante más relevante de la historia no se sintió para nada tardía. Casi 25 años después de su fundación, el grupo se ofrece con una propuesta sólida, impecable y sin lunares.
La impresión emotiva, romántica, nostálgica y, si se quiere, un poco empalagosa de su amplio repertorio sigue sin perder efectividad. En el caso del público local, se entiende que hubiera una especie de éxtasis apresado, pero listo para liberarlo con desesperación, ante la necesidad de ver a la banda en vivo.
La presentación de los Backstreet Boys en el Anfiteatro Coca Cola, en Parque Viva, dejó muy en evidencia que los años parecen no afectar al grupo. Mientras que su nivel vocal se mantiene incólume, su espectáculo es fresco, divertido, dinámico y preciso.
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En directo, las voces se complementan tan bien como en estudio. No queda espacio para dudar que cada integrante preserva su habilidad para cantar y que, juntos, ensamblan las armonías con buen gusto. Puntos extra para Brian y AJ quienes, a mi criterio, son quienes destacan en este apartado.
El show es muy teatral, con un performance calculado milimétricamente, prácticamente memorizado, muy bien construido como guion desde el orden de las canciones hasta en las intervenciones conversadas entre una pieza y otra.
El repertorio extenso, que sobrepasa la treintena de temas, es una buena fusión entre los éxitos esperables de los primeros discos del conjunto, pero intercaladas con una selección de su material más reciente: DNA, que, a fin de cuentas, le da nombre a la gira actual.
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Si bien las piezas del último álbum fueron las que provocaron menos reacciones, dejaron un muy buen sabor de boca dentro del espectáculo. Es agradable ver que el quinteto no se sostiene únicamente por su material de antaño y que, más bien, el contenido que promociona actualmente es sumamente valioso.
Por ejemplo, temas como Don’t Go Breaking My Heart (ajá, titulada como la obra de Elton John y Kiki Dee) y No Place, ambos de su más reciente disco, se ofrecen como un pop fresco, actual, fácilmente accesible también para las nuevas generaciones.
El respaldo visual en No Place, por cierto, ubicó a los miembros del grupo en su contexto actual, de padres de familia, en una realidad tan diferente a la de los jóvenes galanes que conquistaron a una generación tiempo atrás. Otros videos animados incluyeron movimientos que potenciaban la música, aunque en lo visual también hubo uno que otro regalito kitch.
Cada aspecto de la presentación está finamente cuidada en el show de esta gira. A nivel técnico no hay una sola desatención, la iluminación es dinámica y potente, mientras que tres pantallas acomodadas en puntos claves muestran a los cinco cantantes con buen detalle. Las pistas instrumentales tuvieron buen volumen y las coreografías fueron sutiles pero atinadas.
Dentro de lo que resultó inesperado al inicio del show fue la ausencia en tarima de Kevin, el mayor del grupo, quien (según anunciaron con anticipación) había tenido mala salud durante el día. Los otros cuatro miembros se ajustaron en el espacio para que no se sintiera un vacío en el escenario, mientras que los focos de luz también fueron modificados para los cambios de disposición. Si antes insinué que no había espacio para la improvisación en este show, tal vez me equivoqué. Ante la emergencia, el problema fue resuelto con fineza… y, bueno, luego sí fueron cinco en tarima y se completó el círculo que la fanaticada necesitaba para realizarse.
Si bien el grupo ya no tiene la misma presencia a nivel radial o televisivo con la que contaba a finales de los años noventa, mantiene la esencia de su razón con un espectáculo que justifica bien su éxito comercial no solo por su pasado, sino también por su innegable vigencia.
Este quinteto de “adultos contemporáneos” no deja de ser un producto capaz de generar impacto artístico. Si logran continuar actualizándose como producto, no hay duda de que la euforia masiva los seguirá acompañando donde sea que vayan.
EL CONCIERTO
ARTISTA: Backstreet Boys
LUGAR: Parque Viva
FECHA: 28 de febrero
ORGANIZACIÓN: Primo Entertainment