Silvia Pinal, considerada la última gran diva del cine mexicano, falleció este jueves 28 de noviembre, a los 93 años, así lo confirmaron medios de su país. Su muerte ocurrió debido a complicaciones derivadas de una infección en las vías urinarias, que había sido diagnosticada recientemente.
Según publicaciones de la prensa mexicana, Pinal, quien se mantuvo hospitalizada desde el 22 de diciembre de 2023, no logró recuperarse de la infección urinaria que se sumó a sus padecimientos.
Los últimos años de Silvia Pinal estuvieron marcados por múltiples problemas de salud. En diciembre del año pasado, fue ingresada de emergencia tras contraer influenza, y pasó las fiestas navideñas en el hospital. En 2021, sufrió un contagio de Covid-19, lo que la llevó a ser hospitalizada de urgencia.
A lo largo de 2024, luchó contra una arritmia cardíaca y una presión arterial baja, que la llevaron a continuar en internada en el hospital. Además, en 2020, sufrió una fractura de cadera, y en 2019, padeció un cuadro de neumonía. A pesar de estos desafíos, la aclamada actriz siguió adelante con su carrera, siendo una de las figuras más emblemáticas del cine y la televisión en México.
Gran diva del cine mexicano
La actriz, presentadora de televisión y cantante fue parte de una ostentosa época del sétimo arte en su país, actuando en películas como María Isabel, El ángel exterminador y La dulce enemiga. Además, es recordada como referente de la televisión, en gran parte por sus años al frente del popular programa Mujer, casos de la vida real y, por supuesto, por ser la madre de Alejandra Guzmán y Silvia Pasquel.
Pinal nació el 12 de setiembre de 1930 en la localidad de Sonora, México. Fue hija de María Luisa Hidalgo y Moisés Pasquel, pero su padre las abandonó, y años después Silvia adoptó el apellido Pinal del nuevo esposo de su madre.
Desde niña demostró que el arte corría por sus venas. Tanto en casa como en la escuela, Silvia se destacaba por bailar y cantar para su familia y sus compañeros. Pese a la negativa de su padrastro, un hombre muy conservador, la niña comenzó a estudiar ópera a los 11 años y, desde entonces, su pasión por el arte fue en crecimiento.
En el teatro, participó durante sus primeros años como actriz en obras como Nuestra Natacha, Un sueño de cristal, Don Juan Tenorio y El cuadrante de la soledad.
Poco a poco, Pinal fue haciéndose de un nombre en el círculo artístico mexicano, hasta que le llegó la oportunidad en el cine con un pequeño papel en la cinta titulada Bamba (1948), bajo la dirección de Miguel Contreras Torres.
LEA MÁS: Silvia Pinal, una diva de 85 años
Participó en la grabación de más de 100 producciones del cine mexicano y trabajó al lado de íconos como Pedro Infante y Germán Valdés “Tin Tan”. Además de su belleza, la intérprete destacó por su talento, lo que le permitió participar en títulos aclamados como El rey del barrio, Un rincón cerca del cielo, Viridiana y Simón del desierto.
En 1961, Silvia Pinal saltó a la fama global con la película Viridiana, que horrorizó al Vaticano y que ganó la ira del dictador Francisco Franco. Dirigida por el español Luis Buñuel, que inició en el surrealismo y cosechó una fructífera carrera en México, la película cuenta el choque de una inocente novicia con la sordidez de la vida fuera del convento. La cinta fue coproducida por empresas de México y España; cuando el segundo país la declaró “inexistente” y se prohibió allí y en Italia, no hizo más que acrecentar su fama.
Ahora considerada una de las grandes obras del cine internacional, la “blasfema” película se salvó de la destrucción porque Pinal misma y su pareja, el productor Gustavo Alatriste, se la llevaron a escondidas a México. Allí nació su hija, Viridiana Alatriste, quien fallecería trágicamente a los 19 años, vinculando de por vida, en su nombre, la gloria y el dolor de la diva mexicana.
Televisión y amores de Silvia Pinal
En 1952 rompió paradigmas al protagonizar la primera telecomedia en México, según informó el medio Quién. Después, tuvo participación en el programa Fiesta musical Ford, que, según explicó el sitio web, la marcó de por vida con una anécdota que la acompañaría siempre: tuvo un accidente con su vestuario, lo que provocó que al aire quedara uno de sus senos descubierto. Aquello fue un escándalo en los medios de comunicación, pero años después Pinal lo veía con humor y afirmaba que fue la primera mujer en hacer un desnudo en la televisión mexicana.
El gran proyecto televisivo de Silvia Pinal, y por el cual la recuerdan varias generaciones, es el programa Mujer, casos de la vida real, que comenzó a producir en 1986 y se mantuvo al aire durante 21 años.
El espacio es recordado por presentar, a manera de ficción, historias basadas en hechos reales que denunciaban violencia, abuso psicológico y problemas de la sociedad mexicana. Curiosamente, el primer episodio de la serie fue protagonizado por la propia Silvia, quien después siguió fungiendo como la presentadora del espacio.
Es recordada también por papeles en telenovelas mexicanas como Mañana es primavera, Lazos de amor, El privilegio de amar y Soy tu dueña, entre otras.
Tan polifacética como fue frente a las cámaras o en los escenarios de teatro, Pinal demostró que hasta en la política era una mujer fuerte. Ejerció como diputada federal en 1991 y como senadora en la LVII Legislatura del Congreso de la Unión, de 1997 al 2000, donde impulsó acciones a favor del teatro, según comunicó Infobae. Pinal fue militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Pinal vivió su vida al máximo, y el amor no quedó por fuera. Se casó cuatro veces: con el director y actor Rafael Banquells (padre de Silvia Pasquel); con el productor cinematográfico Gustavo Alatriste, con quien procreó a Viridiana Alatriste (fallecida en 1982); su tercer matrimonio fue con el roquero Enrique Guzmán, padre de Alejandra y Luis Enrique Guzmán; y, por último, contrajo nupcias con el político Tulio Hernández Gómez.