
Ozzy Osbourne, líder del grupo de heavy metal Black Sabbath ya no canta, ni grita ni hace locuras con su fanaticada. Ya no más, nunca más. El singular cantante, quien con su facha y estilo cambiaron el rock para siempre, falleció este martes 22 de julio, a los 76 años.
Muchos lloran hoy al estrambótico roquero, quien para sellar su leyenda dijo adiós para siempre tan solo tres semanas después de presentarse en concierto. Ese fue un show de despedida (nunca mejor dicho), una extravagancia con tintes de premonición que solo el “príncipe de las tinieblas” pudo haber protagonizado.
La noticia de su muerte, que en minutos se robó los titulares de los principales medios del mundo, fue confirmada en un comunicado de la familia de Osbourne: “Con una tristeza indescriptible informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy Osbourne esta mañana. Estaba con su familia, rodeado de cariño. Pedimos a todos que respeten la privacidad de nuestra familia en este momento”.
LEA MÁS: Cher, Mary J. Blige y Ozzy Osbourne entran al Salón de la Fama del Rock and Roll
Aún no se revelaron las causas de su fallecimiento, pero se sabe que el artista padeció diversos problemas de salud en los últimos años y, en el 2020, reveló que tenía la enfermedad de Parkinson. El deterioro de su estado se habría acentuado por caídas domésticas y lesiones en el escenario, lo que lo llevó a someterse a varias cirugías.
Como era de esperarse, artistas del mundo de la música y el heavy metal se pronunciaron tras conocer su deceso. Los integrantes de Metallica fueron de los primeros, publicando una foto junto a él y un corazón roto.

Luego vino Rod Stewart, quien en Instagram escribió: “Adiós, adiós Ozzy. Duerme bien, amigo mío. Te veré ahí arriba, más tarde que pronto”.
Otro que se despidió públicamente fue Elton John, quien desde Instagram posteó una foto suya y redactó: “Era un querido amigo y un gran pionero que aseguró su lugar en el panteón de los dioses del rock, una verdadera leyenda. También fue una de las personas más divertidas que he conocido. Lo extrañaré mucho. A Sharon y a la familia, les envío mis condolencias y amor".
El 5 de julio fue la fecha de su último concierto. En ese evento, el legendario artista se presentó junto a Black Sabbath en Villa Park, en Birmingham, ciudad natal de la icónica agrupación, formada en 1968. Fue la primera reunión oficial de la banda en 20 años, lo que aportó un fuerte ingrediente nostálgico al espectáculo.
LEA MÁS: Murió Ozzy Osbourne: así fue su último concierto con Black Sabbath
El concierto, titulado Back to the Beginning, se extendió por 10 horas. Participaron bandas como Metallica, Guns N’ Roses, Tool y Slayer, las cuales rindieron tributo a la legendaria agrupación.
El evento se transmitió en línea a nivel mundial y alcanzó una audiencia masiva. Todas las ganancias se donaron a causas benéficas, entre ellas la organización Cure Parkinson’s y el Hospital Infantil de Birmingham.

Una leyenda llamada Ozzy Osbourne
Ozzy Osbourne fue y será una leyenda del rock. Su voz y estilo único, sin duda, contribuyeron al ascenso del heavy metal en el mundo.
Además de su éxito musical en los escenarios, en los que entronizó himnos del rock como Paranoid, Iron Man y War Pigs, su carrera estuvo marcada por varios episodios polémicos, por ejemplo cuando mordió la cabeza de un murciélago en pleno escenario.
También enfrentó preocupantes controversias familiares, como cuando el consumo de sustancias ilícitas lo llevó a intentar asesinar a su esposa.
Pero viajemos más atrás en su vida, escudriñando en una infancia en la que su talento brotó precoz. John Michael Osbourne nació en Birmingham, Inglaterra, el 3 de diciembre de 1948, en el seno de una familia trabajadora.
Durante la escuela primaria se ganó el apodo que lo acompañó por el resto de su vida, Ozzy. Disléxico y cansado de las tareas, abandonó la escuela a los 15 años. Luego trabajó en empleos manuales, incluso en un matadero.
Tras escuchar a los Beatles en la radio, decidió convertirse en una estrella de rock. Desde ese momento dedicó su vida a la música.
Participó en varias bandas locales donde pudo demostrar su talento vocal. Más adelante ingresó a Black Sabbath, grupo con el que alcanzó un éxito inmediato tras el lanzamiento del álbum debut, en 1970.
A partir de ahí, Ozzy y su banda comenzaron su explosivo ascenso, hasta que en 1979 se separaron por primera vez. Él siguió su carrera en solitario y, años después, se reunieron para giras y álbumes, incluyendo la grabación del disco Reunion, en 1998, y el concierto final de este 2025.
LEA MÁS: Jake E. Lee, exguitarrista de Ozzy Osbourne, fue baleado mientras paseaba al perro
Ozzy, al igual que muchos de sus contemporáneos, sufrió lapsos de memoria debido al consumo de alcohol y drogas. En 2010, un grupo de científicos analizó su genoma para entender cómo logró sobrevivir a tantos excesos.
No recordaba dónde interpretó por primera vez el álbum debut de Black Sabbath; sin embargo, sí recordaba la reacción del público. “Todas las chicas salieron del lugar gritando”, escribió en su autobiografía Yo soy Ozzy.
Además del capítulo con el vampiro y el episodio que puso en peligro a su esposa, su estilo de vida salvaje lo llevó a enfrentar problemas con la ley, entre ellos cargos por satanismo e incitación al suicidio. Su carrera delictiva había comenzado antes, cuando fue detenido por robar un televisor y ropa de bebé.
En los años 2000 su vida pública tomó un nuevo giro con el reality show The Osbournes. La serie mostraba los altibajos de su vida familiar junto a su esposa Sharon -con quien se casó en 1982- y sus tres hijos.

Ozzy Osbourne, el rey del metal
El Salón de la Fama Musical del Reino Unido y el Salón de la Fama del Rock and Roll de Estados Unidos marcaron hitos clave en la carrera de Ozzy Osbourne: fue reconocido como parte de Black Sabbath y como solista.
Osbourne recibió cinco premios Grammy. También obtuvo una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y otra en Broad Street, Birmingham. Además, en 2008 recibió el galardón Living Legend en los Classic Rock Roll of Honour Awards.
LEA MÁS: ¿De qué murió Ozzy Osbourne? Conozca la enfermedad que marcó sus últimos años
Más allá de sus reconocimientos musicales, es claro que desde sus inicios Osbourne se distinguió por su carácter rebelde. Este temperamento le valió no solo el apodo de “Príncipe de las tinieblas”, sino otros como “The Madman” (el hombre loco).
Sin embargo, sus controversiales conductas no perjudicaron su carrera, por el contrario, reforzaron la figura de villano musical que cultivó desde los años 70.
Su sonido disruptivo marcó generaciones y construyó un legado que, aunque él ya no esté presente, seguirá vivo en la historia del rock.