
Kristin Cabot, ejecutiva de recursos humanos de 53 años, aseguró que el momento de intimidad que protagonizó con su jefe durante un concierto de Coldplay en Boston correspondió a un error aislado. La funcionaria explicó que la situación ocurrió tras consumir alcohol y que nunca existió una relación sexual con Andy Byron, entonces director ejecutivo de la empresa tecnológica Astronomer.
El episodio se registró el 16 de julio, cuando ambos aparecieron abrazados en el telón del estadio. Al notar que la llamada cámara del beso los enfocaba, se separaron de inmediato y trataron de ocultarse. Esa reacción incrementó la atención del público y de las redes sociales. El momento se viralizó luego de un comentario irónico del vocalista Chris Martin frente a la audiencia.
Tras varios meses sin pronunciarse, Cabot decidió dar su versión en una entrevista concedida al New York Times, divulgada este jueves 18 de diciembre. Indicó que esa noche hubo tequila, baile y una conducta inapropiada con su superior jerárquico. Señaló que asumió las consecuencias, las cuales derivaron en su salida de la empresa.
Impacto personal y profesional
La ejecutiva afirmó que la exposición pública generó efectos severos en su vida. Detalló humillaciones en redes sociales, burlas de figuras públicas y señalamientos de adulterio por parte de desconocidos. También reportó más de 60 amenazas de muerte, lo que elevó su preocupación por la seguridad personal y familiar.
Cabot reconoció que sentía atracción por Byron. Sin embargo, sostuvo que antes de esa noche nunca se habían besado y que el contacto durante el concierto fue único. Relató que al verse en el telón se sintió avergonzada y alarmada. Luego regresó al bar junto a Byron. Su mayor inquietud giró en torno a su carrera y a su entonces esposo Andrew, quien también asistía al concierto acompañado. Aunque la pareja ya estaba separada, la ejecutiva indicó que buscó evitar exponerlo.
Al día siguiente del evento, Cabot y Byron informaron al consejo directivo de Astronomer. Para ese momento, el video ya circulaba en TikTok. La empresa decidió separarlos de sus funciones mientras realizaba una investigación interna. Posteriormente, Byron renunció al cargo de director ejecutivo y Cabot dejó la compañía.
La ejecutiva presentó la solicitud de divorcio en agosto. Indicó que el exesposo actuó con discreción y apoyo. Los hijos adolescentes de la pareja, quienes temieron por la seguridad de su madre, iniciaron terapia y recibieron respaldo en su centro educativo. Cabot señaló que poco a poco retomó su rutina y algunas actividades personales. Confirmó que el contacto con Byron terminó de forma definitiva en setiembre.
De acuerdo con registros públicos, Byron y su esposa Megan continúan casados. La pareja vendió un apartamento en Nueva York y se trasladó a Massachusetts. Cabot expresó su expectativa de que el caso funcione como advertencia sobre los efectos desproporcionados de la exposición digital y el impacto de la viralidad.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
