
Era 1986 y los ojos del mundo estaban puestos en Argentina, luego de que, de la mano de Diego Maradona (y “la de Dios”), la selección sudamericana levantara su segunda Copa del Mundo.
Paralelamente, en aquel histórico año, un grupo de muchachos argentinos fundó Los Pericos, una banda que casi 40 años después, igual que la albiceleste, sigue desatando pasiones dentro y fuera de su país.
“La música como el fútbol, en la Argentina, son las dos pasiones máximas. Y nos da la situación particular que somos campeones del mundo de vuelta, cuando estamos por cumplir 40 años. Estamos bárbaros, con un disco nuevo y reversiones de canciones”, comentó Willie Valentinis, guitarrista del grupo, en entrevista con La Nación.
“Ahora, justo, La T y La M, un grupo que le hizo una canción a la Selección (para Qatar 2022), hicieron una reversión de Sin cadenas (tema de Los Pericos) y nos invitaron”, añadió.
Los autores de Pupilas lejanas se presentarán en el país este 30 de agosto en el concierto Skatedra; junto a las icónicas bandas Los Calzones y La Vela Puerca.
“Los conocemos mucho (a los otros grupos), así que, seguramente, en algún momento alguno de esos se subirá al escenario; algo vamos a inventar allá. Va a ser la fiesta de siempre con clásicos cambiados; vamos a ir con un show muy armado”, reveló Valentinis.
El encuentro musical se llevará a cabo en Río Campo, a partir de las 2 p. m., y también contará con la participación de las agrupaciones costarricenses Mentados, Los Garbanzos y La Milixia.
En el marco de la presentación en suelo tico, Willie Valentinis conversó con este medio en representación de su banda.
Tienen una conexión especial con en el país, ¿cuántas veces se han presentado aquí y cómo han sido sus experiencias?
—No te puedo decir cuántas veces hemos tocado en Costa Rica, pero mínimo han sido 10 veces. Tenemos un disco que se llama Pura Vida (2008) en honor a Costa Rica; o sea, nos encanta. Hemos tocado en varios lugares, no solo en San José. En la primera gira, me acuerdo que tocamos en San José y en San Carlos. Después hicimos Liberia, Tamarindo... todo ha sido hermoso.

Costa Rica es un país al que le gusta mucho el reggae, ¿sienten eso del público tico?
—Claro, es un público muy reggaero. Me acuerdo antes del Picnic (2024) que hicimos un show en Jacó, con Gondwanda, de Chile. Es un público muy del reggae, muy surfer y que nos conoce muy bien. Acá destaca mucho lo reggaero nuestro, mucho más que la parte roquera de Los Pericos, que es lo que pega en la Argentina.
Han visto pasar muchas oleadas y subgéneros del rock y el reggae, como el dancehall, que es muy popular acá, ¿cómo han convivido con las nuevas tendencias? ¿Les gusta? ¿buscan explorarlas?
—Nosotros tenemos un ADN roquero, por influencia de nuestros grupos argentinos, como Soda Stereo, Los enanitos verdes o de Charly García. Siempre nuestra versión del reggae había sido desde un lado roquero, sin quererlo. La primera vez que fuimos a Jamaica, en el año 93, Rita Marley, que fue nuestra madrina en ese momento, me decía: “Uy, a nosotros lo que nos gusta es eso diferente que hacen ustedes”.
“Ahí, medio que dijimos: ‘Ah, lo bueno, es esto que hacemos mal’ (risa). Entonces empezamos a explorar eso mezclándolo con todo: rock, salsa, techno; lo que venga. A partir de ahí te diría que siempre hemos cambiado y el disco nuevo tampoco va a ser una excepción, porque nos damos el permiso a hacer lo que queramos, aunque nos sentimos un grupo de reggaerock”.

Siguen creando música, pero hay dos cosas que los marcan: los clásicos tan queridos por el público y el estar en etapas muy diferentes a cuando eran esos jóvenes rebeldes que fundaron la banda. ¿Cómo lidian con esos factores para no estancarse ni perder esencia?
—A la hora de componer, lo que no tenés que comerte es tu propia historia. O sea, vos no tenés que decir: “No, nosotros somos Los Pericos y entonces tenemos que hacer esto.” No, nosotros somos libres de traer lo que queramos a la mesa la composición. Además, todos los temas los firmamos como composiciones de todos los miembros y, entonces, no hay una lucha de ego; todo se hace para el bien común.
“Aparte, nunca vas a igualar lo que hiciste. Por ejemplo, el cuarto tema más escuchado de la historia de Pericos es Anónimos, con Carla Morrison, que es de esta etapa nueva, y no lo hicimos intentando repetir algo anterior, sino para crear algo nuevo.
”La música te pega en el momento exacto. Tal vez a vos Pupilas lejanas te pegó en la primaria o en la secundaria, o con un amor o con lo que fuera, y no hay manera de repetir eso. Y, también, vos escribís con lo que estás viviendo en este momento, en esta etapa de tu vida. Tal vez le haces un tema a tu hijo y antes se lo hacías a tu novia o al amor que querías: siempre escribís desde lo que ves, sentís y leés”.