Antonio Cabal Trejos alzó la voz en defensa del legado artístico de sus padres. Su reacción surgió luego de que la canción Bandera, compuesta por su padre Dionisio Cabal e interpretada por su madre, Aurelia Trejos, sonara sin autorización, el pasado lunes 28 de julio, en un acto del partido chavista Pueblo Soberano (PPSO), con motivo de lanzamiento de la precandidatura presidencial de Laura Fernández.
La canción, que forma parte del repertorio del grupo Cantares, sonó durante el cierre del evento político. Para Antonio Cabal, este hecho no solo constituye una falta de respeto a los derechos de autor, sino también un intento por manipular el sentir popular a favor de una ideología que considera contraria al espíritu de la obra de sus progenitores.
“No estamos de acuerdo ni con la ideología del partido de Laura Fernández ni con la utilización de la obra Bandera ni ninguna otra que se relacione con los derechos de autor de Aurelia Trejos París, Dionisio Cabal Antillón o Cantares como concepto”, expresó el hijo de los artistas, mediante un video publicado en su perfil de Facebook.

Según detalló, ni Aurelia Trejos ni él como albacea de los derechos de Dionisio Cabal autorizaron el uso de la canción.
Indicó que sus padres nunca buscaron enriquecerse con la música, y que enfrentaron múltiples obstáculos precisamente por sus posturas políticas claras. Recordó, por ejemplo, el compromiso de Cantares con causas sociales y la defensa de instituciones públicas como la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
“Quiero llamar a la comunidad en general y aprovechar este momento clave, para hacer ver la estrategia y la manera en que estas personas trabajan. Quieren, realmente, robarse los derechos y la democracia del país a través de estas estrategias inescrupulosas, engañosas, dolosas, que realizan para manipular la idea de las personas sobre cuál es el apoyo real que existe a su partido político”, agregó.
Antonio Cabal subrayó que el uso no autorizado de la canción no es solo una violación legal, sino también un intento de apropiarse de una identidad cultural para fines ajenos a su propósito original. Cuestionó el papel de algunas figuras relacionadas con el PPSO y sugirió que podrían existir conflictos de interés que impidan una investigación imparcial.
Aurelia Trejos, por su parte, analiza posibles acciones legales contra la agrupación chavista por esta utilización indebida. De momento, tanto ella como su hijo han reiterado que defenderán la integridad artística e ideológica del legado de Dionisio Cabal.