
La música de Foster the People tiene algo particular: no solo se escucha, sino que se siente como un impulso que enciende el cuerpo. Ese efecto energético quedó claro este domingo 16 de noviembre, cuando la banda estadounidense, liderada por Mark Foster, se presentó por primera vez en concierto en Costa Rica con un repertorio que recorrió sus clásicos más esperados hasta piezas recientes de Paradise State of Mind (2024), un disco que aún está en proceso de ser asimilado por el público.
Antes de los estadounidenses, la noche ya había subido de temperatura gracias a Voodoo, la agrupación costarricense encargada de abrir el concierto. Su propuesta, basada en un rock and roll clásico, conectó con facilidad gracias a canciones como In Reverse, Like a Fool, The Killing Musket y Tu amor. Animaron a una audiencia que cantó coros, respondió a cada riff y correspondió a la energía del quinteto. Recién celebrados sus 10 años de carrera, Voodoo mostró aplomo y presencia escénica; más que un simple abrebocas, ofrecieron un show contundente de casi 40 minutos, con guitarras distorsionadas, una batería robusta y hasta solos psicodélicos de teclado.
Un rato después, las luces y visuales del escenario transformaron el Anfiteatro Coca-Cola de Parque Viva para recibir al plato fuerte de la noche. Desde el primer minuto con Feed Me, una pieza de su nuevo álbum, Foster the People dejó clara la vibra que dominaría el concierto: un ambiente bailable, vibrante y lleno de estímulos.
La banda se distingue por una mezcla de influencias que van del rock y el pop al funk e, incluso, pinceladas de jazz. Su sonido depende de una densa capa de sintetizadores, teclados y percusión abundante, además de una voz que suele estar procesada. Aun así, la particularidad vocal de Mark Foster destaca, pues su falsete es impecable y su capacidad para pasar de un “personaje” gutural a otro lo convierte en un cantante que parece mutar a voluntad entre texturas y efectos.
El primer gran estallido de la noche llegó con Helena Beat, un recordatorio de la emoción que generan en vivo los éxitos de principios de la década pasada. Las versiones no fueron simples reproducciones, sino que incluyeron cierres extendidos, variaciones rítmicas y un nivel de intensidad mayor que el de estudio. Entre sintetizadores, un bajo siempre envolvente, guitarras precisas y un trabajo percusivo frenético, el público vivió una experiencia tan festiva como intrigante.

Algo similar ocurrió con Coming of Age, un tema con espíritu ochentero y un coro que el público cantó con entusiasmo. En vivo sonó más rockero, más sólido.
La energía mantuvo su ritmo salvo por un tramo a mitad del concierto, donde el ambiente decayó. Tres canciones más recientes, y por ende, menos conocidas, provocaron una desconexión evidente, ni las luces inquietas ni el humo escénico evitaron que parte del público perdiera la atención. La recuperación llegó con la cautivadora A Diamond to Be Born, que cierra el disco más reciente.
En general, quedan momentos memorables gracias a Houdini, la melancólica Lamb’s Wool, la encantadora Don’t Stop, y para el encore, dos imprescindibles: Sit Next to Me y Pumped Up Kicks. Estas últimas fueron, sin duda, el anzuelo que atrajo a muchos al Parque Viva, deseosos de recargar energía con un grupo que tiene la rara virtud de sonar aún mejor en directo que en el estudio.

El concierto
- Artista: Foster the People.
- Artista invitado: Voodoo.
- Fecha: 16 de noviembre de 2025.
- Lugar: Parque Viva.
- Producción: Jogo.
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