Carlos III, el primogénito de la fallecida reina Isabel II y el difunto príncipe Felipe de Edimburgo, pasó de ser el príncipe a ser el rey “mimado”.
Al menos eso es lo que aseguran medios internacionales como New York Post, pues al parecer así era como lo conocía el personal de servicio a lo interno de Clarence House, la residencia en la que vivió con su esposa Camila Parker Bowles hasta su ascenso al trono.
De acuerdo con la prensa internacional, las excéntricas exigencias del nuevo monarca británico fueron las que detonaron en este sobrenombre. Además, en el documental Serving the Royals: Inside the Firm de Amazon Prime, que se estrenó en el 2015, quedaron expuestas algunas de las solicitudes del rey Carlos III a la servidumbre.

Paul Burrell, quien fuera mayordomo de la reina Isabel II y de la fallecida princesa Diana de Gales, fue quien dio a conocer los detalles de la rutina matutina del monarca. Por ejemplo, reveló que su pijama debe plancharse todas las mañanas y que los cordones de sus zapatos hay que aplanarlos con plancha.
Además, agregó que el tapón del baño tiene que estar en una posición específica y que la temperatura del agua solamente puede estar tibia en una bañera que no se puede pasar de la mitad. Adicionalmente, su personal debe colocarle una pulgada de pasta de dientes en su cepillo.
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Por otro lado, el sitio MyLondon asegura que “una fuente real ha revelado que a Carlos III le gusta comer sus galletas precalentadas a cierta temperatura, de lo contrario, no hay forma de que se las coma”.
Finalmente, según el sitio infobae.com, Carlos lleva su propio inodoro y papel higiénico Kleenex Velvet a donde quiera que vaya.