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En el 2002, Sean Penn recorrió durante tres días la ciudad de Bagdad, en Irak. (The New York Times para LN.)
En un mundo en el que se es lo que se hace, un actor ha causado polémica en el gremio de los medios de comunicación.
Sean Penn, reconocido mundialmente por su trabajo actoral –ha ganado dos premios de la Academia, por las películas Mystic River (2003) y Milk (2008)–, fue el redactor de la primera entrevista concedida por Joaquín El Chapo Guzmán y que se publicó en el sitio web de la revista Rolling Stone un día después de la captura del narcotraficante.
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En el artículo, Penn se identifica a sí mismo como periodista, especialmente cuando le asegura a El Chapo que cuando hace trabajos periodísticos no recibe pago.
Antes de su encuentro con el mexicano, Penn ofreció sus servicios de corresponsal a dos medios en los que causó controversia, tanto por su estilo de redacción –el consenso general es que Penn escribe mal– como por sus implicaciones éticas –Penn suele hacerse amigo de sus entrevistados–.
Respecto a las críticas que recibió en el 2008 por su artículo Conversaciones con Chávez y Castro en el semanario The Nation , el actor dijo a Rolling Stone : “Creo que son periodistas profesionalmente ingenuos. No respeto al 90% del periodismo estadounidense. Es por eso que viajo y busco cosas por mí mismo”.
Como otras plumas del periodismo freelance , Penn elige sus asignaciones por sí mismo. Sin embargo, la primera entrevista que hizo en su vida fue un trabajo hecho a su medida.
Figuras. En 1987, Penn se preparaba para interpretar un escritor alcohólico en la película Barfly . El guion lo había escrito uno de los escritores (y alcohólicos) más famosos de Estados Unidos, Charles Bukowski.
Por esa razón, la revista Interview asignó a Penn realizar una entrevista con el escritor. El texto fue bien acogido por los lectores.
Aunque Penn no llegó a actuar en Barfly (el papel lo obtuvo Mickey Rourke), después de ese encuentro ambos hombres se hicieron amigos.
Posteriormente, Penn entabló amistad con otro escritor tan cáustico como Bukowski: el periodista Hunter S. Thompson, quien acuñó un estilo de periodismo que marcaría la historia de la revista Rolling Stone en la década de 1970.
El periodismo gonzo narraba historias como lo quiere hacer Penn: condimentando el texto con elaboradas descripciones, comentarios sardónicos y hasta obscenos.
Activismo. En el 2004, en medio de la guerra con Irak, Penn reporteó por primera vez para el diario San Francisco Chronicle .
En un momento en el que los periodistas tenían dificultades para acceder a información política de Irak, su estatus de celebridad le daba carta blanca para cruzar Bagdad con protección.
En el 2005, hizo su segunda asignación para el Chronicle, cinco artículos sobre su primer viaje a Irán. Tras esta afiliación con un diario, su estilo de redacción recibió las primeras malas críticas.
No obstante, su editor David Wiegand lo defendió en la publicación Columbia Journalism Review : “Tiene un muy buen ojo como reportero. Ve todo tipo de detalles y sí creo que su perfil y su ‘trabajo diurno’ lo ayudan a ver matices y personajes.”
Weiland también aseguró que si existía una debilidad en el trabajo de Penn era que “absorbía demasiado y quería ponerlo todo en la página”.
En el 2008, el semanario The Nation publicó su serie de entrevistas con el cubano Raúl Castro y el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Penn confraternizó con dos de los enemigos más públicos del gobierno estadounidense para cumplir con tres objetivos, según escribió: “profundizar mi ententimiento sobre Chávez y Venezuela, emocionar mi mano escritora y conseguir el apoyo de Chávez para reunirnos con los hermanos Castro en la Havana”.
A Penn le volvió a llover crítica del gremio; de nuevo, por su prosa y por admitir abiertamente su amistad con Chávez y su apoyo a las medidas que el venezolano aplicó en su gobierno.
Después de esos trabajos, Penn asumió otras causas.
Tras el terremoto de Haití en el 2010, creó la organización no gubernamental J/P Haitian Relief Organization. El sábado, mientras Rolling Stone difundía su artículo sobre El Chapo, el actor asistía a una gala benéficajunto a estrellas como Madonna, Lana del Rey y Justin Bieber.
En el 2012, Penn visitó a la expresidenta argentina Cristina Fernández para después dar declaraciones sobre su posición sobre la soberanía de las Islas Malvinas. Penn defendió varias veces el derecho de Argentina sobre ese territorio.
Con su último artículo, la entrevista con el Chapo, Penn ha recibido, a grandes rasgos, la misma crítica que con el resto: su reputación como actor sobrepasa su calidad como periodista.
La polémica detrás de la entrevista
Sean Penn estableció contacto con El Chapo por medio de la actriz mexicana Kate del Castillo. El estilo verboso de su redacción ha sido prueba para cuestionar la objetividad de Penn en la entrevista. Los editores de Rolling Stone aseguraron a The New York Times estar conformes con el artículo.