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Londres
No fue un desastre, pero tampoco un espectáculo digno de fuegos artificiales.
Los críticos le dieron una bienvenida comedida al debut teatral profesional de Lindsay Lohan, que se produjo tras meses de expectativa y conjeturas sobre si la caprichosa estrella estaba capacitada para el trabajo.
"Noticia de impacto: Lindsay Lohan puede actuar un poco", escribió Dominic Maxwell en el diario The Times, tras la función inaugural de la sátira de Hollywood de David Mamet, Speed-the-Plow.
Michael Billington, de The Guardian, calificó la actuación de Lohan como "perfectamente respetable".
Lohan encarna el papel crucial de Karen, una empleada temporal de oficina cuya inocencia echa a perder los planes de dos ambiciosos productores.
No todo el mundo quedó impresionado. Mark Shenton de The Stage llamó la selección de Lohan para el papel una deshonra y dijo que no estaba a la altura del astro de West Wing, Richard Schiff y el actor británico Nigel Lindsay, los otros protagonistas de la obra.
