El Topo: ¡Y se les hizo! Gustavo López y Everardo Herrera por fin tuvieron su ‘lunada’

A veces hay que reírse para no llorar y vaya que esta difícil semana hubo un poco de relax cuando se armó un vacilón público, con un vaivén de propuestas públicas en las redes sociales de los periodistas Everardo Herrera y Gustavo López Cárcamo, con aquel tema de la famosa invitación a ver la luna que surgiera por parte de Herrera en el 2016.

Cinco años han pasado desde el recordado episodio en que el comentarista deportivo invitó a López a ver la Luna en playa Uvita. Lo hizo durante la transmisión en vivo de un partido entre Saprissa y Santos y en un tris el tema se volvió viral en redes, con un aluvión de memes que han perdurado hasta hoy.

“Estaba pensando en ir a ver la Luna y por eso quiero invitar a mi amigo Gustavo López... ¿Recuerdan que hace un tiempo lo había invitado?; pero esta vez va en serio: quiero invitarlo a ir a ver la Luna, que tengamos esa oportunidad, ese pendiente mi querido amigo. Se lo digo, formalmente, en serio, vayamos a ver la Luna, Tavo López”, le dijo Herrera hace una semana en su Facebook.

LEA MÁS: Everardo Herrera vuelve a invitar a Gustavo López a ver la Luna

A partir de ahí los dos comunicadores fueron metiéndole candela al asunto, con insinuaciones divertidas, llenas de fisga que muchos disfrutamos hasta llegar a la consumación del encuentro, el pasado 3 de mayo en un ‘En vivo’ en el que los colegas y amigos se juntaron virtualmente, con la Luna presente y entre muchas risas y celebraciones de los seguidores del “romántico” episodio, los dos personajes ofrecieron una bonita velada que incluyó anécdotas y muchas manifestaciones de cariño y admiración mutua.

La nueva invitación de Herrera hacia López Cárcamo llegó de la mano de Taco Bell, pues la cadena de restaurantes tiene actualmente a la Luna como protagonista de su primera campaña global, Taco Moon. Ya ven por dónde saltó la liebre en un ganar-ganar-ganar: jugadón de la empresa de comida rápida, una extrita para los comunicadores y unos ratos de solaz y diversión para los que hemos disfrutado de la ocurrencia durante todos estos años.

La fina línea entre la prevención y la dizque diversión: En los últimos días nos hemos topado con un contundente mensaje por parte de las autoridades, debido a la saturación hospitalaria. En ese contexto y en medio de los insistentes llamados a guardar celosamente los protocolos de salud para tratar de paliar el tsunami que ya casi --desgraciadamente-- tenemos encima, han destacado diversas iniciativas y entre ellas una de las más visibles y que le dio la vuelta al mundo fue la del Padre Sergio Valverde con su “Covi pa ti, Covi pa mí”, al ritmo de la pegajosa pieza de los 80, Sopa de Caracol.

Pero aquí el tema no es la canción del Padre, sino la actitud del comediante Renzo Rímolo, quien detectó una oportunidad para aumentar sus seguidores en Instagram y subió un (largo) sketch haciendo un poco de guasa y nada de gracia --al menos nosotros no nos reímos ni una vez-- pero bueno, eso es gusto de cada quien... más bien vimos el clip con una sensación de sustillo, porque sentíamos que en cualquier momento se le iba la mano... ahí anduvo en el filo y cuando ya creíamos que el cierre iba a quedar en el tenor preventivo que supuestamente tuvo el video, Rímolo se mandó con este final en medio de risotas y entusiasmo: “Si siguen con vida para este punto les pido que me sigan en redes sociales (...) ¡gracias enfermos y enfermas!”

Así mero, tuvo la ocurrencia de cerrar ... o sea... en medio de la gigante tragedia mundial y local que han vivido miles de familias... sin comentarios. Se nos vino a la mente un recordatorio de la gran torta que se jaló este muchacho cuando con su entonces novia, Johanna Villalobos, agarraron una silla de ruedas para circular por todo Disney, lo cual les valió tremenda apaleada en redes sociales. Él se disculpó tras la tremenda metida de escarpines pero, visto lo visto, como que el manejo del humor negro definitivamente no es lo suyo.

Y en temas más felices: “¡No se lo pueden perder!” --sin esa frasecilla o mejor dicho, muletota, Víctor Carvajal se quedaría sin la mitad de su vocabulario, sia tonto, como diría él—, decíamos que el regreso de la periodista Fabiola Herra, ahora junto al exarquero Álvaro Mesén con su nuevo programa digital Se viene cambio, abrió en su estreno nada menos que con un maravilloso encuentro con Óscar el Machillo Ramírez, en su amada Hojancha.

¡Qué maravilla de personaje el Macho! Ahí aparece en cámaras feliz, relajado entre sus cosechas de naranjas y limones, en una vida que se asemeja a las de los agricultores de antaño porque el exseleccionador está totalmente alejado de la polémica, disfrutando la vida en el campo junto a su familia. El video anexo en la versión digital, y que subió Fabiola Herra en sus redes sociales, lo dice todo. Y los comentarios de la gente ante el video son una belleza para con el Machillo, nos percatamos que a la gran mayoría de quienes disfrutaron el audiovisual les provocó el mismo fresquito en el corazón que a nosotros. ¡Tuanis, Machillo!

Y hablando de imagen y de cómo a veces la gente esconde su belleza natural, sobre todo quienes trabajan en televisión y están obligadas a usar ese pocote de merula y aquellos pestañones postizos que parecen paraguas de rezador. Esta semana la presentadora Montserrat Del Castillo publicó una foto de su rostro prácticamente al natural y los miles de comentarios de sus seguidores fueron unánimes: ¡qué preciosa se ve sin maquillaje!

Claro, ella es bellísima también maquillada, pero debería variar y aprovechar sus dotes naturales para mostrarlos; no solo se ve más fresca, sino también mucho más joven. Por cierto, esta semana ella y su esposo, Jhona Monroy, celebraron el primer año de su bebé, llamado igual que el papá y quien es una belleza, igualito a la mamá. ¡Felicidades!

Y bueno, uno de los vacilones de la semana en redes lo propició el maquillista Alex Badilla, quien tras parafrasear a Cher (”Los hombres no son necesidades. Son lujos...”) subió a su Instagram una foto transformado, según él, en la legendaria cantante... solo que el grueso de comentarios, sin demeritar la transformación, le postearon que podía parecerse un toquecín a Cher, pero que en realidad había quedado idéntico a Keyla (Sánchez)y sí: tal cual.

Esta mancuerna de amigotes que conforman los presentadores Bismark Méndez y Yiyo Alfaro da muy buena vibra; vayan donde vayan y lleguen donde lleguen, se comportan con una gran humildad y, eso sí, apegados a los protocolos de salud, conversan con todo el que se les aproxima para saludarlos.

Ellos visitaron el bello Manuel Antonio la semana antepasada, donde desde hace varias semanas los actores y conductores andan con un plan de reactivación económica en una zona tan afectada, pues desde sus redes sociales les llegan a miles de seguidores. En esta foto en el restaurante Rico Tico, posaron con los muchachos del establecimiento (muchos se habían quedado sin trabajo y por dicha ya regresaron).

Estos Topos estábamos vineando qué tomaban los presentadores y también súper deportistas entonces, como ambos son muy “fit” solo bebieron agüita con frutas en la piscina ¡pero ni un vinito les vimos!. Los codiciados muchachones encendieron a sus seguidores con el montón de fotos que lanzaron en sus redes. ¡Que vivan la humildad y las ganas de levantar un sector tan afectado!

¡Y se enojó el ‘Perro de Traba!. El multifacético Luis Carlos Monge se desahogó en redes este jueves al protestar por el “pésimo servicio y atención” en una venta de pollo en Tibás. El cuento es largo pero acá resumimos: llegó al local y le dijeron que solo recibían pedidos por WhatsApp, o sea que el periodista y experto en lucha libre se devolvió para su casa, hizo el pedido, calculó un rato y volvió al puesto de venta, todo para llevarse la sorpresa de que ahí mismo había una clienta y el dependiente sí le dio el pedido con toda paciencia y sin WhatsApp de por medio.

Ante su queja respetuosa, el pollero le contestó de mala forma: “Bueno, que’s lo suyo, tengo muchos pedidos en WhatsApp”.

“Así cuidan el trabajo y luego se quejan”, escribió Luis Carlos, pero lo más bonito fue lo que siguió: “He hecho una carrera profesional denunciando las cosas que están mal y que pueden mejorar. De ahí que no sea la primera ‘bronca’ que me como. Como periodista más bien siento que esa es una responsabilidad y no por ser alguien relativamente conocido tengo que quedarme callado para quedar bien con todos. (...)

A raíz de mi denuncia, los encargados de operaciones se comprometieron a revisar sus prácticas de atención al cliente para minimizar estas situaciones. El trabajo del muchacho no corre peligro, de eso mismo me aseguré, pero sí se le hará ver lo que no estuvo bien en aras de que mejore. A veces nos quejamos de las cosas pero no hacemos nada para que mejoren”.

De verdad que la actitud del conductor del espacio de entrevistas de A cachete ofreció una lección sobre cómo construir sobre algo que pudo haber salido muy mal, pues el empleado bien pudo haberse quedado sin trabajo. En cambio, todo en el marco del respeto, no solo le confirió oportunidades de mejora al expendedor, si no también a los propietarios. Buenísima nota y doble puntaje en estos tiempos en los que mucha gente anda “miráme y no me toqués”.

El periodista y ahora entrenador de la cadena Telemundo, Sergio González, decidió cerró un capítulo importante en su vida: el cáncer.

Y es que aunque Sergio sigue bajo controles, llegó el punto en el que dijo adiós al hablar del tema públicamente, tras compartir ese período y luego encabezar varias campañas de prevención. Ahora desea darle paso a otras etapas, como debe ser: la vida sigue.

Tras agradecer todo el apoyo en sus redes sociales, el periodista cerró el episodio en el programa conducido por Wendy Cruz, Dr. Salud, en Multimedios, donde González habló sin llantos ni tristezas.

Pero bueno, en este mundo de emociones hoy Sergio vive el duelo de haber perdido a quién fuese como su abuela, doña Ligia Rojas Young, una tía quién siempre ocupó el lugar de abuela materna, pues la abuela paterna aún sigue viva y muy “pochotona”: doña Flora Ávila Brenes, con 91 años. A Sergio y a toda su familia le enviamos un abrazo fraterno. Son tiempos difíciles para todos.