
No es solo un grupo tributo a la icónica banda Creedence; son artistas que han vivido el peso de llevar sobre sus hombros el legado de una de las agrupaciones más grandes del rock internacional. Y es que para Dan McGuinness y Kurt Griffey la historia debe continuar, debe darse a conocer a nuevas generaciones y, además, ser interpretada con orgullo, talento y respeto.
Con esa misión en mente, ambos artistas conforman la banda Revisiting Creedence, que se presentará en Costa Rica el 31 de mayo en el club Pepper’s, en Curridabat.
Tanto McGuinness como Kurt Griffe fueron parte de Creedence Clearwater Revisited, que se formó por miembros del grupo original para perpetuar su obra. Ahora, varios años después, la música sigue resonando gracias a su incansable labor. A ellos se une en el concierto el baterista Ron Wikso (Cher, Santana, Journey) y el bajista Mat Scarpelli.
Previo al espectáculo en el país, Dan y Kurt conversaron con La Nación sobre el recital, su trabajo llevando la música de Creedence al mundo y cómo se sienten con esta responsabilidad. A continuación, un extracto de la entrevista de cara a su primera vez en suelo tico.
—Esta es su primera vez en Costa Rica, ¿cuáles son las expectativas para este concierto?
—Kurt: Estoy esperando con ansias. Mi esposa ha estado allí antes y todos los que han ido me dicen lo hermoso que es. Así que sí, estoy emocionado.
—¿Qué esperan del concierto?
—Kurt: Si es como en todos los shows, espero que todos se diviertan mucho. Es un repertorio muy divertido, toda la música es conocida, cada canción es un éxito. Todos cantan con nosotros. Espero lo mismo en este show.
—Dan: Amamos cómo la música trasciende fronteras y se vuelve parte del mundo entero. Estas canciones son tan buenas e icónicas, han estado por tanto tiempo que todo el mundo las conoce. Lo divertido para nosotros es que solo tenemos que tocarlas y la gente la pasa increíble. Estoy deseando que llegue el día.
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—Sobre la música de Creedence, ¿qué creen que hace que estas canciones resuenen tanto, especialmente en el público latino, incluso décadas después?
—Kurt: Siempre nos lo hemos preguntado. Nuestros públicos más grandes están en México y Sudamérica. No sé por qué tienen tanta conexión, pero sí, allá la gente ama esta música.
“Muchas de las canciones más serias reflejan lo que pasaba en el mundo cuando Stu (Cook), Doug (Clifford) y John y Tom (Fogerty) las crearon. Siguen siendo actuales. Aún hay cosas similares ocurriendo. Esas canciones trascienden el tiempo”.
—Dan: Los fans son inteligentes. Desde el punto de vista musical, las canciones son simples, no necesitas ocho personas para tocarlas, son directas, con buen ritmo, buenas letras, buen canto y buen sonido. Tienen esa vibra de country rock and roll que, con solo escucharlas, ya son divertidas. Son simples, pero llegan a muchas generaciones.
—¿Qué piensan del legado de Creedence y su música? ¿Cuáles emociones y memorias llegan a ustedes cuando interpretan estas canciones?
—Kurt: Tuve mi primer disco de Creedence a los siete u ocho años. Los recuerdo como parte de mi infancia. Años después trabajé con los miembros originales, Stu y Doug. Ahora que toco estas canciones, me acuerdo de esas épocas en las que nos divertimos mucho. A veces toco una canción y me acuerdo de estar en mi sótano con mis audífonos puestos; otras veces, recuerdo estar en el escenario y ver a Doug sonriendo mientras tocaba conmigo.
—Dan: Creedence es mi banda favorita de todos los tiempos. Los descubrí cuando estaba en secundaria. Cada vez que tocamos una canción me transporta a esos años. Recuerdo estar en mi casillero con el disco en la mano.
“La primera vez que toqué con Doug y Stu fue en Houston, en 2008. A mitad del show me golpeó la emoción, los miré y pensé: ‘No puedo creer que esto esté pasando’. Estaba tocando en el escenario con mis ídolos. Fue algo muy fuerte y lo sigue siendo”.

—Son muy afortunados por lo que han vivido y lo que experimentan ahora, ¿pero sienten también una responsabilidad?
—Kurt: ¡Claro! Por suerte, Stu, Doug y Trish, la esposa de Tom, nos apoyan mucho. Son grandes fans de lo que hacemos. Pero sí, sentimos la responsabilidad de hacerlo bien. No queremos arruinar el legado de Stu, Doug, John o Tom. Debemos estar al 100 % todo el tiempo.
—Dan: Es como salir al escenario en una especie de batalla divertida. Pienso mucho en que Doug y Stu me eligieron para estar allí con ellos, así que debo hacerlo bien por ellos y por mí, también por John y Tom. Por eso seguimos con este legado, porque creemos en esta música y la tratamos como nuestra.
—En una época en que otros géneros, como el urbano, dominan las listas de popularidad, ¿por qué creen que el rock clásico sigue atrayendo a tantos fans, incluso a los más jóvenes?
—Kurt: Buena pregunta. No lo sé con certeza. Creo que en los últimos años, con todo lo digital, ha habido una desconexión. Algunos chicos piensan que la música viene de una computadora, pero es genial ver cuando un joven en el público se sorprende de que esos sonidos salen de guitarras, de músicos tocando de verdad. Eso los impacta como nos impactó a nosotros.
—Dan: Lo importante de lo que hacemos no es solo tocar la música bien, sino mantenerla viva. Esa frase dice mucho, nosotros lo tomamos en serio. Estamos manteniendo viva la música y el legado. Hablando en términos del universo de Creedence, me siento muy orgulloso de que nosotros también lo estemos haciendo.

—Las canciones de Creedence son increíbles, cada una con su toque, pero para ustedes, ¿cuál es la favorita para tocar y cuál nunca puede quedar fuera de un concierto?
—Kurt: Probablemente, una de mis favoritas es Bad Moon Rising y también The Midnight Special. Proud Mary la he tocado posiblemente un millón de veces, pero todavía la amo.
—Dan: Tenemos fans fuertes y me pregunto, si yo estuviera en el público, qué querría escuchar. El único problema que tenemos es que hay tantas canciones buenas que no podemos tocarlas todas en un solo show; tenemos que rotarlas.
Detalles del concierto de Revisiting Creedence en Costa Rica
El concierto será el sábado 31 de mayo, a las 8 p. m. en el club Pepper’s, en Curridabat.
Las entradas están a la venta en el sitio eticket.cr. Los precios y localidades son:
- Preferencial: ¢68.000 (mesas).
- General: ¢49.000.
