
Una playa en Costa Rica se convirtió en objeto de fascinación para turistas de distintas nacionalidades, en especial para los argentinos.
El medio argentino La Nación la describió como un lugar que hipnotiza, desconecta del mundo urbano y termina atrapando a quienes llegan en busca de algo más que unas vacaciones.
Se trata de Santa Teresa, en la península de Nicoya, provincia de Puntarenas. Este poblado de apenas cinco kilómetros de extensión bordea el Pacífico costarricense con una calle semiasfaltada que separa la selva exuberante de las playas de agua turquesa.
Su crecimiento turístico, aunque constante, se mantiene alejado del turismo masivo y se centra en una oferta más natural, espiritual y de estilo alternativo.
El reportaje resalta que Santa Teresa atrapa por su simpleza, por su estilo de vida sin horarios, sin consumismo y con fuerte sentido de comunidad. Cafés artesanales, hoteles boutique con madera reciclada, smoothies tropicales y áreas comunes para nómadas digitales componen un ecosistema ideal para quienes buscan un cambio radical de vida.
La playa nacional se convirtió en hogar para cientos de argentinos, así como para israelíes, estadounidenses, franceses, italianos y canadienses. La mayoría llegó en busca de una vida más libre, menos estructurada y en contacto con el mar y la naturaleza, destaca La Nación.
El medio argentino retrata historias de migrantes sudamericanos que llegaron por pocos días y terminaron quedándose por años. Algunos encontraron ahí una nueva forma de vivir, con trabajos ligados a la gastronomía, la música o el turismo sostenible. Otros simplemente decidieron parar y quedarse, sin mayor planificación.
“¿Lo que más me gusta de Santa Teresa? La simpleza de vivir el día a día, el ahora, el presente. El no saber qué va a pasar mañana pero vamos para adelante. No tener el consumismo de la ciudad,ni otras tantas preocupaciones típicas de ella, los animales, las playas, el surf, el sentido de comunidad, la gente linda. Para mí eso es vivir acá”, mencionó Tomás V. al medio internacional.
Además del surf y el yoga, Santa Teresa ofrece una conexión intensa con la naturaleza: monos aulladores, iguanas, aves exóticas, caballos sueltos en la playa y hasta cangrejos en las duchas son parte de lo cotidiano.
El clima tropical, permite disfrutar la zona durante todo el año.
Las playas de la zona destacadas por el medio incluyen:
- Playa Santa Teresa
- Playa Carmen
- Playa Hermosa
- Playa Manzanillo
Entre las actividades recomendadas están:
- Surf para todos los niveles
- Clases de yoga al aire libre
- Caminatas por la reserva Cabo Blanco
- Excursiones a las cataratas de Montezuma
- Paseos en cuatriciclo por la selva
- Buceo y snorkel en isla Tortuga
A pesar de sus atractivos, el reportaje advierte que Santa Teresa no es para todos. No cuenta con cine, museos, grandes supermercados, ni delivery. El internet puede fallar y los precios no siempre corresponden a su infraestructura. Sin embargo, para muchos, esas son las razones por las que vale la pena quedarse.
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