Entre el cantón guanacasteco de Tilarán y la Basílica de los Ángeles en Cartago hay 220 kilómetros de distancia. Se trata de una cifra considerable, sobre todo si el plan es recorrerlos a pie.
El periodista Andrés Ramírez, de Noticias Repretel, junto a los camarógrafos Luis Barquero y Carlos Cruz, fueron los encargados de acompañar al grupo de romeros que, como ya es tradición, peregrinaron hasta Cartago desde ese rincón de la altura de Guanacasteca. La idea del reportero era vivir en carne propia todas las vivencias de los devotos, es decir, caminando.
Hace algunos años Andrés ya había completado el mismo recorrido, pero esta vez fue muy diferente, porque él mismo solicitó a sus jefes realizar todo el trayecto junto al grupo.
“Agradezco mucho la confianza que me dieron”, dijo.
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Una semana antes de la petición, a Andrés y al grupo de trabajo de Noticias Repretel se les había confirmado que se le iba a dar una cobertura amplia a la romería, especialmente porque en los dos últimos años no se realizó por la pandemia de la covid-19.
“Aunque es parte de mi trabajo pedí a mis jefes hacerla 100% caminando, por un tema personal, por una petición. Tengo muchas cosas que agradecer, que en realidad se resumen en la prosperidad y unión de mi familia: mis papás acaban de dar un paso importante al vender la casa de toda su vida por una más pequeñita para vivir mejor y más tranquilos”, comentó Andrés.
“Mi hermano este año se fue a vivir a Alemania a cumplir sus sueños y mi hermana está cumpliendo metas en su profesión. Además, mi esposa está creciendo en el trabajo, uno que hace algunos meses tuvo la oportunidad de encontrar y yo, por su parte, inicio en octubre una maestría en Madrid que cursaré la mitad del tiempo aquí en Costa Rica y la otra allá”, contó el comunicador.
Sobre el recorrido de fe desde Tilarán hasta Cartago, el periodista recordó que este año sufrió un poco más que en los años anteriores.
”Se me hicieron unas ampollas en las plantas de los pies, me las curaron, pero qué sufrida. Hace dos años también hice la romería completa y no tuve ni una sola ampolla, pero esta vez como que la penitencia fue mayor. Me salieron cuatro en el pie izquierdo y dos en el derecho, la enfermera me las curó con yodo, las forró y cuando pasamos por Cambronero casi me muero, pero lo logré.
Fue todo un reto. Es una ruta de curvas, ascensos y descensos; la altura que quita un poco el oxígeno, es fría y todos padecimos eso en durante esos 46 kilómetros que parece que no tiene fin, es la ruta más pesada”, agregó.
Sus compañeros de la cámara también hicieron el trayecto a pie, especialmente Carlos Cruz, porque Luis Barquero tenía que llevarse el carro. Tras el volante, él llevaba sus propias peticiones personales y en ocasiones cambiaba con Carlos para también hacer la caminata.
Como parte de su equipaje llevaban pantalones, camisetas, buzos, ropa interior, implementos para protegerse del sol, sus propias colchonetas o sleeping bags. Dormir y comer con los mismos romeros para sentir lo que viven cada uno de ellos, día a día, era parte de lo que se quería mostrar al televidente.
En promedio, los devotos de Tilarán y el periodista caminaron entre 8 y 10 horas cada día, es decir, entre 40 y 45 kilómetros. Los puntos de arranque fueron Tilarán, Limonal, Miramar, San Ramón, Villa Bonita en Alajuela, San José y Cartago. Las salidas de noche eran a las 8 p. m. para resguardarse del sol y aprovechar la frescura de la madrugada.
“El descanso era complicado, porque mientras ellos descansaban en el día nosotros debíamos cumplir con el rol de las ediciones. Sin embargo, tratábamos de buscar algunos momentos para dormir, aunque a mí me costó más porque padezco de insomnio y con cualquier ruido me despierto. Aún así la experiencia es muy muy bonita y la volvería hacer mil veces más”, dijo Ramírez.
“La diferencia entre esta romería y la anterior es que logramos compenetrarnos aún más que en la anterior. Ellos son como una familia, se ayudan entre todos, son maravillosos, cualquiera te tiende la mano y como ya los conocemos la confianza era más grande”, expresó.
Este pequeño grupo de Repretel está acostumbrado a realizar trabajos donde su físico se pone a prueba. Para prepararse, Andrés corre en solitario en las mañanas y los martes lo hace acompañado de su familia.
Este lunes 1.° de agosto Andrés, sus compañeros de trabajo y los romeros tilaranenses por fin pudieron llegar a los pies de la Negrita. Al conquistar la meta, todo fue abrazos, agradecimientos y lágrimas de alegría. El cansancio quedó a un lado.
“Llegamos 11:48 a. m, 15 minutos antes de lo que teníamos previsto, venían a un ritmo tremendo porque estaban ansiosos por llegar, el último tramo decían que ya ni les dolían los pies. El recibimiento aquí en Cartago fue muy emotivo. Cuando cada uno de ellos va llegando el apoyo da mucha fuerza y se le eriza la piel a uno”, expresó muy feliz al cumplir su meta.
Por último, Ramírez aseguró que es tanta la emoción de haber llegado con bien y en buenas condiciones, que si hoy mismo lo envían de nuevo a hacer la romería la volvería a hacer.