El rey Carlos III, luego de su ascensión al trono, pasó el ducado de Cornualles a su hijo mayor, el príncipe William. Éste heredó el título de Duque de Cornualles y con él el ducado de Cornualles con una cartera de inversiones financieras y tierras que suman 540,9 km², creado en 1337, siendo uno de los dos ducados reales de Inglaterra, junto al de Lancaster. A su vez, el ducado de Lancaster fue uno de los legados al morir su madre, la reina Isabel II.
El ducado es propiedad de un duque e incluye tierras de cultivo, bosques, parques, propiedades e islas.
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La propiedad, con un valor de más de $1.000 millones, le otorga al monarca británico un ingreso anual que llega a $24 millones al año.
El príncipe William, actual Duque de Cornualles, también cuenta con algunas otras posesiones como la prisión de Dartmoor, las islas de Scilly, un archipiélago pintoresco, al igual que las casas de vacaciones del ducado de Cornualles, un destino de alto nivel con una granja orgánica a gran escala que ha estado funcionando desde 1985.

La creación del ducado
Cuando Eduardo III creó el ducado de Cornualles hace 685 años, su intención fue garantizar al siguiente en la línea de herencia un ingreso independiente de la corona que permitiera no sólo mantenerlo financieramente a él, sino también a su familia. El duque de Cornualles recibió esencialmente el gobierno del distrito en expansión. Desde ese momento, los ingresos se generarían a partir de los alquileres residenciales y comerciales, los cuales serían pagados al duque. Cerca de la mitad de las propiedades se encuentran en Devon, con otras grandes extensiones en Cornualles, Herefordshire, Somerset y Gales.
En sus 53 años como el duque de Cornualles -siendo el miembro de la familia real con más años de servicio-, el rey Carlos puso su sello en el ducado, usándolo para demostrar sus pasiones y convicciones personales y para establecerse como un hombre de negocios verdaderamente hábil. Él fue uno de los primeros defensores de la agricultura orgánica y muchos le dan crédito por ayudar a despegar a Gran Bretaña.
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En 1985 hizo la transición de Home Farm, que abarca algo más de 4.000 metros cuadrados, en los terrenos de la residencia Highgrove House de Charles, a una operación completamente orgánica.
En 1990, lanzó Duchy Originals, una línea de alimentos y bebidas, se convirtió en la principal marca de alimentos orgánicos del Reino Unido.
Las ideas del rey Carlos también fueron fundamentales para la creación de Nansledan, una ciudad y desarrollo residencial de 220 hectáreas en el suroeste de Inglaterra que se inició en 2013. Esa urbe, hoy, alberga a unas 4000 personas.
Allí, las viviendas responden, por su mandato, a cuestiones de sostenibilidad y ofrecen una gran accesibilidad para los peatones. Las calles están diseñadas para disminuir la dependencia de los automóviles, se utilizan materiales locales y se toman medidas para aumentar el capital natural. Sus gustos personales también se pueden ver en las casas de vacaciones del ducado, una serie de propiedades de alquiler respetuosas con el medio ambiente ubicadas en Cornualles, Gales y las Islas Sorlingas.
El ducado compró Highgrove House de la finca de Gloucestershire a Maurice Macmillan, en 1980. La casa georgiana del siglo XVIII sirvió como residencia de campo de Carlos. La propiedad cuenta con amplios jardines que utilizan iluminación solar, compostaje y un sistema de alcantarillado natural.

Traspaso de herencias
A medida que el nuevo rey Carlos traspasa su fortuna y sus bienes a su hijo, hereda una propiedad similar de su difunta madre, la reina Isabel II. Por ejemplo, el ducado de Lancaster que proporciona ingresos al soberano reinante. Valorado más recientemente en $746 millones. Ese territorio fue ganado por Enrique III después de la Guerra de los Barones y se lo entregó a su hijo Edmund en 1265. Incluye más de 18.200 hectáreas en Lancashire, Yorkshire, Cheshire, Staffordshire y Lincolnshire, y participaciones comerciales y minoristas, muchas de ellas en Londres, que conforman la lista urbana. Mientras que la herencia rural tiene las propiedades más valiosas, la urbana genera la mayor cantidad de ingresos.
Ambos ducados, el de Cornualles en manos de William y el de Lancaster en manos de Carlos, generan ingresos personales para sus poseedores. La Subvención Soberana, que está financiada por los contribuyentes, paga los gastos oficiales relacionados con los deberes del monarca, que incluyen el mantenimiento de las propiedades, los viajes y los sueldos de los empleados.
En Cornualles, éste será el tiempo de William, quien aún tendrá que dejar su marca en esas hermosas y amplias tierras.

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