Desde hace 20 años, la Navidad se vivía de una forma diferente en un barrio ubicado al norte de San Joaquín de Flores, en Heredia.

Allí, los vecinos llenaban sus casas, jardines y calles con miles de luces, adornos y colores para recibir la tan esperada época navideña, en compañía de cientos de visitantes de diferentes partes del país, quienes caminaban por el barrio mientras se deleitaban con la decoración presente hasta en los vehículos y los árboles.

Sin embargo, la llegada de la pandemia cambió los planes que los vecinos de la zona tenían para este año y que ya se había convertido en una tradición.

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El comité de la popular actividad, bautizada por los vecinos como La Cruz del Norte (por ser una actividad que se realiza a lo largo de cuatro calles que forman una cruz), informó que este año no celebrarán la llegada de la época, como lo hacían desde hace dos décadas atrás.

Según explicó Marvin Castro, miembro del comité, integrado por seis vecinos, la decisión se tomó con el objetivo de atender las disposiciones emitidas por el Ministerio de Salud, así como de la Municipalidad de Flores de no propiciar aglomeraciones en actividades públicas para evitar una posible transmisión de la covid-19.

“En realidad, al principio sí queríamos realizar la actividad; sin embargo, tenemos que ser conscientes con todo lo que está pasando y, obviamente, primero está el tema de la salud y de cuidarnos todos antes de continuar con la tradición. Pero sí tenemos un gran pesar de que no vamos a poder realizar la actividad”, comentó Castro.

Y aunque este fue el factor determinante para tomar la decisión, tomando en cuenta que en el lugar reciben visitas de ticos de diferentes partes del país, el vecino de San Joaquín afirmó que a lo largo del año no pudieron recolectar fondos, lo que también dificultaba la realización de la actividad navideña.

Por ello, el comité organizador tomó la decisión de que este año no se iluminen las calles del barrio, como de costumbre.

“Estas luces llevan bastante tiempo en lo que es la revisión y la instalación. También tiene un gran costo económico hacer el montaje y nosotros tomamos todo eso en cuenta y debido a que durante todo el año no logramos hacer actividades ni recolectar recursos, entonces esto también fue parte de la toma de la decisión”, agregó.

Promesa de regresar

Pese a que este 2020 San Joaquín de Flores no estará lleno de luces, colores y visitantes, los vecinos prometen que regresarán con más entusiasmo y sorpresas para aquellos que visiten su barrio, pues saben que es una actividad muy esperada.

“Este año vamos a tener sin duda una Navidad un poquito más apagada, sin las visitas de todo el pueblo costarricense. Vamos a rescatar lo más importante que es pasarla en familia; sin embargo, esperamos retomarlo el próximo año. Esperamos tener la posibilidad de realizarlo y hacerlo más bonito", añadió

Además, agradecen a todas las personas que les han enviado su apoyo por medio de las redes sociales, ya que eso les motiva a regresar con más fuerza.