En 1973, Bruce Lee tenía 32 años y ya se encontraba en la cima de su carrera, aunque nunca llegó a ver el estreno de Operación Dragón (Enter the Dragon), la película que lo proyectaría como “la estrella más famosa del mundo”. Durante ese rodaje coincidió con un joven hábil y carismático, era un extra con quien compartía varias escenas de combate y se llamaba Jackie Chan.
Dirigida por Robert Clouse, la película narra la historia de un experto en artes marciales reclutado por una agencia de inteligencia para infiltrarse en un torneo clandestino, organizado por un antiguo monje delincuente. La cinta fue uno de los primeros grandes éxitos de taquilla del cine de artes marciales en Occidente.

Un artículo de la revista española Fotogramas recordó cómo fue el encuentro entre Bruce y Jackie, basado en la anécdota que Chan ha contado en varias ocasiones sobre la primera vez que compartió con su ídolo.
“La mejor historia, para mí, creo que fue cuando era joven, y estaba haciendo Operación Dragón, mientras peleaba con Bruce Lee. Yo estaba detrás de la cámara, esperando, y solo veía a Bruce Lee peleando. Entonces, cuando me dieron la orden, corrí hacia él y de repente mi vista se puso negra porque me golpeó directamente en la cabeza. Se equivocó, pero yo no reaccioné“, comentó.
“En ese momento me sentí un poco mareado, pero estaba bien. Miré a Bruce, y él no hacía nada, miraba a todos y siguió actuando hasta que el director dijo: ‘¡Corten!’. Entonces se giró y dijo: ‘¡Oh, por Dios!’. Corrió hacia mí y me levantó del suelo: ‘Lo siento, lo siento’. Y la verdad es que yo ya no estaba dolorido, porque era joven y muy resistente, pero de pronto, no sé muy bien por qué, hice como si estuviera muy dolorido. Yo solo quería que Bruce Lee me sostuviera durante más rato. Solo decía: ‘Oh, oh...’“, recordaba Chan.
El relato acaba con una breve conversación que sostuvieron Bruce y Jackie Chan, entonces extra: “Durante todo el resto del día, cada vez que él me miraba, tenía un gesto conmigo. Y creo que ese es el mejor momento. De pronto él vino hacia mí y me dijo: ‘¿Cuál es tu nombre?’. Le dije: ‘Mi nombre es Jackie’. Me preguntó: ‘¿Qué estilo de arte marcial estás aprendiendo?’. Le respondí: ‘El estilo del sur’”.

Bruce Lee murió en Hong Kong en 1973, en circunstancias de las que se ha escrito hasta el cansancio y sobre las que se ha especulado de todo: su muerte sería fruto de la envidia de otros maestros de las artes marciales; una venganza de la Triada (la terrible organización criminal asiática con la que Lee tenía ajustes pendientes); la maldición que pesaba sobre su familia, según la cual los varones de varias generaciones estaban condenados a morir a muy corta edad, y la oficial: una hipersensibilidad alérgica a un analgésico que consumió para el dolor de cabeza.
La causa del deceso fue un edema cerebral que nunca se justificó científicamente y hasta ahora permanece como un enigma.
Además de Operación Dragón, Lee figuró en las películas El Juego de la Muerte, El Furor del Dragón, El Gran Jefe y De la China con Furor.