
Diego Bravo y Lynda Díaz se llevaron todos los focos en Mira quién baila y no por lo que hicieron en la pista de baile. Ambos se vieron envueltos en polémica, cuando en noviembre del año anterior la modelo puertorriqueña renunció al programa de Teletica.
En aquel momento, Díaz adujo su salida a la pérdida de confianza en su bailarín César Abarca. De acuerdo con la versión de la boricua, Abarca contó a Yessenia Reyes (bailarina de Bravo) información de su vida privada, que posteriormente figuró como chismes en redes sociales.
Además, aseguró que el pantallazo de una conversación de Whatsapp que trascendió públicamente, en la que Michael Rubí (otro bailarín del programa) hablaba mal de Díaz, fue un montaje de Diego y Yessenia.
Tras ese episodio, el creador de contenido se limitó a negar los dichos de Lynda y no ahondó en más detalles.
A casi medio año de tal controversia, Bravo se sinceró con La Nación y habló sin tapujos de su etapa en el concurso de baile, al que describió como una experiencia caótica, entre otros detalles, por su conflicto con la modelo.
Aunque dice que no se arrepiente, afirma que no volvería a aceptar un proyecto así.
“El formato es muy chiva, el problema es que cuando vos juntás a varias figuras públicas en una competencia, se vuelve una competencia de ego. Y los egos que había entre nosotros eran terribles, porque todo mundo quiere ser el más importante, todo el mundo quiere sobresalir, nadie quiere ser menos que el otro”, comentó.
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—¿Cómo se dio su incorporación a Mira quién baila?
—Yo fui a una reunión, me hablaron de un programa de baile y negociamos salario. A mí no se me dijo a lo que realmente me iba a exponer, que era literalmente a venderle mi vida a Canal 7 por cuatro meses. Es estar metido ahí casi que 24/7. Ensayos todos los días de lunes a sábado y domingo show”.
“No tenía tiempo libre. Por ejemplo, mis marcas y demás las dejé de lado por esos cuatro meses, porque no tenía tiempo”.

—¿Cree que lo buscaron porque genera roncha?
-Para todo mundo era superclaro que yo tenía roces con gente de canal 7, no con todo mundo, pero con algunas personas. Entonces yo sabía perfectamente que si el mismo canal me estaba llevando ahí, es porque querían eso. Pero a mí no me dijeron: ‘Venga a hacer polémica’; yo entré solamente a bailar.
—¿Su polémica con Lynda Díaz fue guionizada, como muchos piensan?
—No, absolutamente nada fue planeado. Lynda y yo, en un principio, nos llevamos muy bien.
—¿Su primer contacto personal con ella fue en Mira quién baila?
—No, hace como un año y medio nos habíamos conocido en una cena. Después de eso tuvimos un pequeño roce público por un video de su hija, Coco, en el que ella y yo interactuamos en comentarios. A Lynda no le gustó; me bloqueó y todo el asunto.
“Cuando empezamos fue como: ‘Mae, estamos aquí ya, no vamos a llevarnos del pelo todos los cuatro meses’. Actuamos muy profesional, y hasta empezamos a tener cierta amistad. Pero desgraciadamente la personalidad de ella y la mía son muy similares y había momentos en los que sacábamos chispas”.
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—¿Cree que pudo haber sido algo, no planeado, pero sí previsto por la producción? Es que soltaron dos “gallos de pelea”, y con roces previos, además…
—Vieras que yo lo he pensado. He creído que la producción tenía muy en claro quiénes de todo el formato iban a aportar el sazón, y era obvio que éramos Lynda y yo. Yo sé que, por ejemplo, cuando bailábamos se disparaba el rating; más cuando estaba todo el drama.
“Pero también yo sé que parte del porqué yo estuve en Mira quién baila fue justamente por eso y lo entiendo, porque al final de cuentas esto es un negocio. Yo soy un business man”.

—Desde fuera se vio la explosión, ¿pero cómo se fue cocinando esa polémica?
—Todo pasó de un día para otro. Un día resulta que aparece un pantallazo de una conversación supuestamente entre Michael Rubí y otra persona, donde hablaban de Lynda y del esposo. Lynda y Michael dicen que ese pantallazo fue hecho por Yesenia y por mí, pero en realidad yo nunca tuve nada que ver en eso.
“Para mí, todo fue una excusa para irse, porque sabía que no iba a la final. Entonces, por supuesto, cuando vio que ya estaba nominada con Lisbeth, ella lo que dijo fue: ‘Aquí me invento una excusa’. Porque Lynda nunca pierde, y eso yo lo sé muy bien, porque una hija de ella me escribió. Ahí tengo el mensaje. Me dijo: ‘Lo siento mucho por todo lo que pasó usted. Mami nunca pierde y va a hacer todo lo que sea posible para ella quedar bien’”.
—Entonces, si fue de un día para otro, ¿a usted también lo sorprendió? ¿Cómo vivió el momento en que estalló la controversia?
—Yo no me esperaba eso de Lynda. Ella dijo que iba a hacer un en vivo revelando por quiénes se iba. Yo sabía que posiblemente iba a decir que por Yesenia, porque es la pareja de César. Entonces, yo me conecté a ver el ‘en vivo’ y cuando ella dice: “Diego”, yo paniqueé.
Yo decía: ‘Mae, que tengo que ver yo en el asunto’. Y ella decía que fue para perjudicarla a ella, Michael y su esposo, cosa que no tenía sentido porque yo ni fu ni fa con ellos. Y aparte, yo nunca la vi como competencia. Mi competencia era Mimi.
—¿Cómo vivió lo que siguió? Porque ella se fue, pero usted continuó y el tema estaba en el aire.
—Lynda lo que hizo fue quitarse de encima la basura y tirármela a mí. Yo sé cómo son las redes y que uno tiene el poder de la gente. Ella usó esa arma contra mí, que es poner a la gente en contra. Ella le dijo a la gente que no votara por mí y, aún así, quedé en tercer lugar. ¿Qué tal si ella no hubiera hecho eso?
—O sea, ¿cree que hubiera quedado en un mejor puesto sin la polémica?
—Fácil. Por lo menos en segundo lugar. Pero a lo último Lynda manipuló demasiado a la gente. Créame que llegó a un punto donde yo me sentí supermal y yo lloraba en mi casa porque me ha costado mucho. Yo he creado mucho anticuerpo. Entré a Mira quién baila y yo sentí que empecé a ganarme a mucha gente porque estaban viendo un Diego muy diferente del que veían en redes sociales.
“A mí me saboteó horrible eso. Y me parece muy bajo de parte de ella. Si quería se podía ir, pero no tenía por qué poner a la gente en contra mía. Ella tiene eso de querer demostrar que puede más que todos, por lo económico. Yo entendí que es una persona muy vacía y que lo que tiene en su vida es dinero y nada más”.
Lynda Díaz guarda silencio
Se contactó a Lynda Díaz para obtener su versión de lo expresado por Diego Bravo en esta entrevista. No obstante, aseguró mediante un mensaje: “No es de mi interés hablar de ese muchacho. Yo estoy enfocada en mi vida y en nuevos proyectos” .