
Brad Pitt es la más fiel representación del galán de Hollywood y carga con él la fama de rompecorazones por excelencia. Sin embargo, lo que casi nadie tiene presente al pensar en el actor es que en su vida, llena de amores y glorias en el cine, a él también le tocó sufrir por un amor.
Curiosamente, esto le ocurrió con una de sus relaciones de pareja que menos se menciona: su compromiso con la actriz y cantante Jill Schoelen.
La actriz tenía 24 años cuando, en 1989, se comprometió con el protagonista de Troya. En aquella época, ella era más conocida que él, y su actuación en El padrastro le valió la invitación para participar en Cutting Class, la película de terror en la que conoció a Pitt, de su misma edad.
Aunque el noviazgo duró apenas un año, Brad creía que ella era la mujer indicada para casarse. Tanto así que la propuesta llegó rápidamente —y el “sí” de ella también.
En 2013, el sitio RadarOnline publicó fragmentos supuestamente extraídos de las cartas de amor que él le escribía, con frases como “te adoro, te amaré por siempre” y “no puedo dejar de pensar en ti, no me siento completo si no estás a mi lado”.
La confirmación llegó años después, por la propia Jill, quien afirmó que Brad “le escribió uno de los poemas más bellos que un hombre puede dedicar a una mujer” y que aquella historia fue “una experiencia de vida maravillosa”.
Pero, a diferencia de ella, él no guarda buenos recuerdos. En 2011, en una entrevista con The Sun, Pitt reveló el verdadero motivo de la ruptura, que describió como uno de los momentos más humillantes de su vida.
“Ella me llamó desde Los Ángeles llorando, diciendo que se sentía sola y que algo malo estaba ocurriendo... En ese momento tenía 800 dólares en el banco y gasté 600 para comprar un pasaje a Hungría e ir a verla”, recordó.

En aquel entonces, Schoelen estaba en Budapest filmando una nueva versión de El fantasma de la ópera, junto a Robert Englund (famoso por interpretar a Freddy Krueger). Al llegar, Pitt fue directamente al set de rodaje y la invitó a cenar, esperando que su prometida le explicara lo que estaba pasando.
“Ella me contó que se había enamorado del director de la película, Dwight Little, conocido por dirigir secuelas como Liberen a Willy y Anaconda”, relató el actor. “Quedé tan en shock que mi única reacción fue decir: ‘Me voy’. No se olvida algo así, y quizá nunca superé del todo ese sentimiento de humillación”, añadió.
Pocos años después de su ruptura con Brad, más precisamente en 1993, Jill se alejó de la actuación tras casarse con el músico Anthony Marinelli. En ese tiempo se dedicó a criar a los hijos que tuvo con él, de quien se divorció en 2002.
Cabe destacar que, 29 años después de su última actuación, la actriz regresó a los sets a finales de 2023 con la película Mr. Christmas, en la que interpreta el papel principal femenino. En su cuenta de Instagram, donde reúne poco más de 5.000 seguidores, Jill comparte recuerdos de su carrera frente a las cámaras, momentos familiares y sus pasatiempos favoritos.
