A mediados del 2018, la matrícula en la academia teatral del Giratablas bajó un 35%, ese fue uno de los principales factores por los que el grupo Impromptu, actual administrador de ese teatro, decidió cerrar el recinto que por más de 27 años albergó arte.
Javier Monge, director de Impromptu, comentó que la última función en el Giratablas se realizará el 21 de julio, a las 8 p. m., ese día se presentará Al mismo tiempo, un espectáculo de improvisación que reúne a artistas de España, Perú y Costa Rica. Cuando el telón caiga y las luces se apaguen, el teatro cerrará para siempre.
Monge detalló otras de las circunstancias que llevaron al grupo Impromptu, quienes administraban el teatro desde el 2012, a cerrar el Giratablas.
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“Otras de las razones por las que cerramos es porque la casa es muy vieja, el mantenimiento se hace cada vez más difícil. Estábamos cerrando en números rojos.
“La sala también tenía tendencia baja en alquiler y por meses no generaba nada y más bien había gastos. La programación propia de Impromptu era solamente por una temporada (de tres meses). El resto del año alquilábamos. En marzo anterior, que era el mes de sala llena, tuvimos solo tres funciones en un mes, cuando antes había hasta 15. Había una dinámica complicada”, explicó.
Monge agregó: "Entre diciembre (2018) y enero (2019) empezamos a conversar de que si continuábamos así íbamos a tener el doble de deuda que tenemos ahorita, nosotros nos endeudamos para reparar la casa; además, hubo que cubrir gastos de fin de año y planilla. Siempre tratamos de estar a derecho, pagando todas las garantías sociales”.
El Giratablas empleaba a cinco personas en planilla y a 22 por servicios profesionales. Tras el cierre, los encargados de seguridad, los boleteros, los técnicos y jefes de sala perderán su empleo.
“Una situación lamentable”
El Giratablas es una de las pocas salas que quedaban en San José, su cierre significa menguar la oferta de recintos para disfrutar de opciones artísticas en el país.
“Esto es grave porque hay pocas salas de teatro. No es que se cierra una tienda, se cierra una sala de teatro y ya no están quedando.
"La gente dejó de consumir productos culturales en muchas áreas. La gente resiente la crisis del país. Somos los primeros sacrificados. La gente antes de ir al teatro o pagar clases, prefiere comer o ir al cine, o ver tele en casa y no gastar en entretenimiento”, aseveró.
En palabras del director, este cierre es lamentable porque en casi tres décadas de existencia “en esa sala se formaron actores y profesionales que hoy son directores en universidades y escuelas de teatro”.
"El Giratablas tenía una vida que se pierde. Es lamentable porque hay una crisis de espacios culturales. Recientemente se anunció que cerraba el Jazz Café (en San Pedro) y hubo otros cierres este año.
Es lamentable porque existe una idea de que el arte y la cultura no son inversión, no hay incentivos para que espacios culturales sigan funcionando, me refiero no solo al gobierno, sino a municipalidades, público general y empresa privada que no invierte en cultura. Hay espacios que no tienen patrocinador. Los espacios están muriendo y muy poca gente se está dando cuenta”, lamentó.
La academia continúa
Aunque la sala de Los Yoses cerrará, el grupo Impromptu continuará con sus proyectos con la academia El Gira, en ella ofrecerán un programa de formación actoral y uno enfocado en improvisación, el cual aseguran es “único en Centroamérica". También impartirán cursos libres. Aun no definen en qué lugar se instalarán.
“Que quede claro que el proyecto continúa. Lo que cierra es la sala. Vamos a continuar formando, si en momento dado se puede reabrir el proyecto lo vamos a hacer. Ahorita es más el costo que el beneficio”, aseguró Monge.