
Cuando el escenario vibra sin instrumentos a la vista, es el cuerpo el que se convierte en orquesta. Palmas, chasquidos, pisadas y silbidos irrumpen como un pulso colectivo que atraviesa al público.
Así comenzó el viaje creativo del brasileño Fernando “Barba” Barbosa Ferraz, quien convirtió cada rincón del cuerpo en una fuente de sonido y, con ello, dio forma a Barbatuques: un grupo que hizo música mientras encendió un movimiento.
El espectáculo Barba lleva a escena la vida de Fernando, entre canciones y patrones rítmicos que narran su historia, pero también invitan a reconectar con el ritmo interno: ese que marca el corazón y guía la intuición.
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En Costa Rica a Barba le restan dos fines de semana, en funciones en Teatro Expressivo, con la visión de un workshop. Esto equivale a un estado en el que la puesta en escena todavía está en proceso de construcción, con miras a buscar otros escenarios más grandes en el futuro cercano. Es decir, mientras se presenta al público, aún puede ser reescrita, rediseñada y replanteada, sin que eso signifique que esté incompleta o descuidada.
En nuestro país, el elenco está encabezado por Rafael Esteban Arias, quien interpreta al músico brasileño y además funge como el productor ejecutivo. El libreto es de la estadounidense Kim Bixler y el brasileño Carlos Bauzys, quien además aporta música que se suma al trabajo compositivo que dejó Fernando “Barba”.

Como parte del equipo en escena, aparece una banda musical en vivo que suma con una multiplicidad de instrumentos y un grupo sólido de intérpretes, entre los cuales hay un alto porcentaje de debutantes en las tablas y otros talentos consolidados en musicales. El trabajo que realizan en conjunto es excepcional, contribuyendo a transmitir las emociones que reflejan los altibajos creativos y personales del protagonista del libreto.
Basada en su autobiografía, la historia muestra las peripecias de Barba para cumplir su sueño artístico. Incluye las dificultades económicas que atravesó su agrupación, los mayores éxitos internacionales que logró con su proyecto y la resiliencia que marcó su carrera.
A la narrativa de Barba se suman las perspectivas de su hermana Tata (Adriana Víquez), su pareja Dani (Betzabeth Rojas) e incluso los flashbacks de la infancia, donde vemos a las versiones infantiles de Fernando (Saúl Vega) y Tata (Samy Araya). La presencia del resto de colegas músicos de los Barbatuques sirve para acentuar el esfuerzo colectivo y mostrar, en escena, la grandilocuencia a la que puede llegar la música cuando se hace en conjunto.
Barba funciona como un registro de lo difícil y placentero que puede ser alcanzar un sueño. Es también un recordatorio de cómo hacer música puede estar, literalmente, al alcance de nuestras manos. De hecho, llega ese momento del show donde chasquear o palmear se manifiesta en un impulso inevitable. Al final del show, además, hay una placentera invitación a sumarse a la dinámica percutiva colectiva.

Salir de Barba es recordar que todos llevamos un ritmo adentro: basta escucharlo, darle espacio… y atreverse a convertirlo en música.
El espectáculo
Barba
Lugar: Teatro Esspresivo
Fechas: Quedan funciones los días 18, 19, 20, 21, 25, 26, 27 y 28 de setiembre
Entrada: General: ¢15.000