Ricky (Nick Frost) y Julia (Lena Headey) son conocidos por su trabajo como luchadores libres británicos que, con el paso de los años, han sido testigos de cómo su popularidad se ha venido a menos, por lo que ahora sus peleas tienen como escenario a pequeñas comunidades y públicos realmente hostiles.

Sin embargo, tanto Saraya (Florence Pugh) como su hermano Zak (Jack Lowden), hijos de la pareja, están orgullosos de la labor de sus padres, misma que los lleva a ser fieles admiradores de la World Wrestling Entertainment (WWE) y de los luchadores que forman parte de ella. Para estos chicos, no existe mayor felicidad que la que se siente cuando se está cerca de un cuadrilátero.

Todo en sus vidas parece transcurrir en perfecta armonía, pero sus rutinas se transforman cuando ambos jóvenes reciben una invitación a formar parte del equipo de entrenamiento de la WWE y, con ello, la posibilidad de ser parte del espectáculo estadounidense de lucha libre.

Hasta allí, todo va de maravilla, pero cuando solo Saraya es seleccionada para seguir en proyecto, la joven asume el compromiso de dar la batalla en el ring y demostrar que es mucho más que solo una atleta novata de origen británico en busca del sueño americano. Ella luchará no solo por su honor, sino por darle el reconocimiento que se merece su familia por el aporte hecho a este deporte.

El camino para lograrlo es la trama central de la película Luchando con mi familia, que se estrena este 11 de abril en los principales cines del país, y que está inspirada en la vida Saraya, cuyo nombre artístico es Paige, y el ascenso en su carrera que la llevó a convertirse en campeona mundial de lucha libre.

El filme, que fue dirigido y escrito por Stephen Merchant, reconocido por su trabajo en series como The Office y The Ricky Gervais Show, es producido por Dwayne “La Roca” Johnson, quien también decidió tener una participación especial en la cinta contando su propia historia, además de revelar algunos detalles de lo que hasta ahora era desconocido en la WWE.

Rompiendo estereotipos

Luchando por mi familia muestra cómo Paige, una chica que no “calzaba” en los estándares de belleza de la liga de lucha libre estadounidense y que, para algunos, no tenía la condición física necesaria para triunfar en el cuadrilátero. Sin embargo, su perseverancia y esfuerzo constante la convirtieron en una sensación mundial y en una de las luchadoras más queridas por los fanáticos de este deporte.

Precisamente, ese fue uno de los principales desafíos a los que se enfrentó el equipo de producción de la cinta; tener un guion que fuera capaz de captar la humanidad y el humor universal que hay en la historia de esta joven británica, además de un director que lograra llevar al público por una narrativa que tuviera la dosis justa de entretenimiento y de realismo.

“Es una historia real, que aborda la llegada a la mayoría de edad de Paige y de cómo todos los miembros de su familia también deben de crecer con ella. También es una historia de ambición, obligación, rivalidad entre hermanos, oportunidades perdidas, sueños rotos, soledad, trabajo duro, éxito y triunfo. Pude ver por qué Dwayne pensó que podría ser una gran película, y siempre estábamos sincronizados. desde allí”, explicó Merchant, en una nota sobre la producción.

Para el cineasta, otro de los puntos fuertes que hacen aún más entretenido el filme es la actuación de Vince Vaughn, quien interpreta a Hutch Morgan, el entrenador de Paige, y quien le ofreció todas las herramientas necesarias para convertirse en la campeona mundial de lucha libre. Fue este hombre el que estuvo a su lado, apoyándola en su persistente lucha por cumplir sus sueños.

“Vince también trajo a la película una verdadera empatía y calidez con su personaje de Hutch, especialmente, a medida que aprendemos más sobre el entrenador y su pasado. Tenía que ser un personaje capaz de ser cercano y, a la vez, sarcástico. Es gracias a esto que entiendes las razones del porqué Hutch no escogió a Zak, porque sabía que no tenía lo necesario para destacar, por lo que al igual que él, no sería el luchador con el que soñó convertirse en algún momento”, afirma el director.

Paige, quien se retiró a los 26 años luego de una lesión, es tan solo el medio de expresión de una historia que va más allá de los espectáculos de la WWE, ya que la verdadera razón de ser de la película Luchando con mi familia es mostrar cómo la búsqueda de nuestro lugar en el mundo, siempre nos acercará a cumplir nuestros sueños.