Pareciera que el cineasta Guy Ritchie no es el mismo. Ya no se habla de él en relación con el “estilo” que lo hizo famoso por películas como Snatch (2000), Sherlock Holmes (2009), El Hombre de Cipol (2015) y El Rey Arturo (2017).
Por ejemplo, en su último filme The Gentleman (2019), no quedó casi nada de aquellos artificios visuales tomados de la estética del videoclip, de las imágenes en cámara lenta seguidas de frenéticas aceleraciones, de las secuencias enteras hechas de planos muy breves agrupados en la sala de montaje a toda velocidad y de ese ritmo temporal que se frena y se retoma como relámpagos en una tormenta eléctrica.
Lo único que parece haber quedado en pie del viejo “modelo Ritchie” es ese juego constante entre la acción vertiginosa y el humor que prevalece bajo las coordenadas de una aventura policial.
En ese marco se estrenó en salas ticas Agente Fortune: el gran engaño, su nueva travesía fílmica. Se trata de una divertida e intrigante aventura que recuerda las sensaciones que trajo Misión Imposible (1999) en su momento.

Los juegos de Ritchie
Agente Fortune puede verse como el proyecto más impersonal de Ritchie, la película en la que menos salta a la vista su personalidad. Como si aceptara poner su oficio, su destreza narrativa y su indudable conocimiento de los secretos del policial al servicio de una nueva serie de aventuras construida a imagen y semejanza del clásico Misión imposible.
Por ejemplo, al igual Misión imposible, hay un estratega que recibe instrucciones del gobierno británico (con discreción suficiente como para que nada parezca oficial) y un grupo ejecutor que se mueve con soltura en cualquier parte del mundo para las operaciones encubiertas, con un envidiable manejo del armamento y la tecnología más sofisticada.
“Pensé en el reto de asumir este género y añadirle cierta ligereza”, cuenta el director Ritchie a Viva. “Hay grandes lugares para presenciar, hay un gran elenco. Es una historia divertida. Lo van a disfrutar”, expresó.

Al frente del grupo está Orson Fortune, encarnado por Jason Statham. El personaje parece escrito a la medida del actor: rudo, de pocas pulgas y poca paciencia, irónico, eficiente e infalible para resolver cualquier clase de encerronas.
La trama casi es lo de menos. Le toca al grupo averiguar quién está detrás de la compra de una tecnología vital para el equilibrio del planeta, con un único detalle que marca diferencias: la debilidad que siente el intermediario de la operación (un Hugh Grant de extrañísimo acento) por un astro del cine de Hollywood (Josh Hartnett), reclutado a la fuerza para llevar su faceta de actor a una realidad igual de simulada.
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“¡Amo el elenco! Jason Statham es un actor con el que me fascina trabajar. Lo tiene todo. Está hecho para este rol”, agregó Ritchie a Viva.
Marcelo Stiletano, redactor de La Nación de Argentina, escribió que, si bien la película bebe de los cánones del cine de espías, tiene virtudes.
“El relato se mueve a través de giros previsibles y fórmulas ya probadas, pero mientras progresa y empiezan a hacerse un poco más claras las intenciones de los protagonistas el interés de a poco va creciendo. Hay buenas escenas de acción y peripecias en Qatar y Turquía con escenarios de postal turística”, se lee en su reseña.
Oscar Andrew, crítico del portal La Estatuilla, también tuvo sentimientos encontrados en torno a la película. A su criterio, el filme tiene todas las piezas en su lugar, pero echa un poco de menos el estilo autoral con el que el director Richie se dio a conocer.
“Agente Fortune logra su cometido: entretener y divertir al público casual. Sin embargo, aunque tiene profundas ganas de algo seguro a nivel narrativo y técnico, continúa siendo una gran pérdida en la carrera de un creador como Ritchie por la grosera convencionalidad en todos sus rubros”, escribió en su crítica.
¿Quiere ser parte de esta conversación? Pues en Costa Rica puede disfrutar de esta película en cualquier sala de Cinépolis, ya que el filme se estrenó el pasado jueves. Buen provecho.