Cuando Elizabeth Olsen nació, sus hermanas mayores, con tan solo tres años, gozaban ya de la fama internacional, gracias a su papel de la pequeña Michelle Tanner en la exitosa serie Full House. Eran ellas las estrellas de la familia.
La dinámica en su infancia no fue muy diferente y Elizabeth vio como las gemelas crecían bajo los reflectores, protagonizando múltiples y populares producciones, al tiempo que la menor de la casa se daba cuenta que ella quería dedicarse a lo mismo.
“Yo era una niña muy performativa”, dijo recientemente la actriz en una entrevista con la revista Grazia.
Sin embargo, al mencionar el apellido Olsen en Hollywood, los nombres con los que se relacionaba eran los de las afamadas y millonarias gemelas, hoy de 34 años.
Para Elizabeth, de 32, esa era una barrera que había que derrumbar, pues aunque tenía claro que quería ser actriz, también sabía que quería conseguir el éxito por su propio mérito, sin que sus hermanas mediaran para que eso ocurriera.
“El nepotismo es una cosa y soy muy consciente de ello (...). Y, por supuesto, siempre he querido hacerlo sola”, añadió durante la entrevista la actriz, quien se niega a tener redes sociales.
Y entonces comenzó a escribir su propia historia, lejos de la fama que podía ostentar si sus hermanas la ayudaban a entrar a las grandes producciones de la industria. Primero estudió seis años de actuación en la Escuela de Artes de la Universidad de Nueva York, e hizo un semestre en la Escuela de Teatro de Arte de Moscú.
En el 2011 llegó una buena oportunidad para ella como Martha, protagonista de Martha Marcy May Marlene, un filme retador pero que la emocionaba pues recién acababa de terminar sus estudios.
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“La película fue un éxito, pero realmente no sabía cómo tomar decisiones sobre qué hacer a continuación porque estaba muy emocionada de trabajar pues acababa de terminar la escuela. Me sentía muy feliz cada vez que alguien quería que hiciera algo, así que dije que sí a las cosas que siento que habría sido un poco más exigente si hubiera tenido más experiencia como profesional antes que Martha”, dijo la actriz a la revista Collider.
Luego vinieron Silent House , Peace, Love & Misunderstanding, filmes en los que también participó y que le permitieron empezar a consolidar su carrera. Además, en el 2014 protagonizó Godzilla.
Sin embargo, fue en la película de Capitán América y el Soldado del Invierno del 2014, donde se anticipaba el ascenso de la actriz a la fama como parte de la familia de Marvel. En esa cinta, la menor de las Olsen apareció en un cameo en la escena posterior a los créditos interpretando a Wanda Maximoff, la mítica Bruja Escarlata de los cómics de Marvel.
En el 2015 llegó su gran momento, cuando formó parte del taquillero largometraje Avengers: Age of Ultron y a partir de ahí seguiría participando en filmes del Universo Cinematográfico Marvel (UCM) que se colocarían entre los más taquilleros de la historia: en el 2016 volvió a Capitán América: Civil War; mientras que en el 2018 participó en Avengers: Infinity War; y en el 2019 Avengers: Endgame.
La fama que amasó de la mano del popular personaje de la hechicera en la saga de superhéroes le permitió a la actriz ganarse un lugar propio en Hollywood, mientras sus hermanas ya estaban completamente alejadas de los reflectores, pues querían dedicarse al diseño de modas.
Para ese entonces, Elizabeth Olsen ya se había dado el lujo de rechazar varios roles protagónicos. Uno de ellos fue el de Rey, en la saga de Star Wars; el problema era que si lo aceptaba tenía que renunciar a ser Wanda, papel que le ganó a Saoirse Ronan (Lady Bird, Mujercitas).
Sin embargo, también fue rechazada en varios producciones reconocidas. Por ejemplo, en el 2004 buscó ser parte de Mini Espías; y más recientemente confesó que el peor casting que ha hecho fue para interpretar a Daenerys Targaryen en Game of Thrones, papel que finalmente quedó en manos de Emilia Clarke.
Infancia complicada
Crecer frente al lente de los paparazzis, en Los Ángeles, por poco provoca que Lizzie (como la llaman sus seres queridos) casi renunciara a su sueño de ser actriz. La fama de sus hermanas se estaba convirtiendo en algo inmanejable.
De hecho, estar rodeadas de fotógrafos y camarógrafos de forma permanente fue una de las razones por las que las gemelas decidieron alejarse de la gran pantalla.
Elizabeth se mantuvo fuera del ojo público por unos años y luego lo intentó de nuevo. Fue mientras estudiaba en el colegio que tomó la decisión de regresar.
“En una producción de la escuela secundaria que hice tuve un profesor de actuación con el que estudiamos Stanislavski y el teatro ruso y toda esa forma académica del teatro, me permitió sentir que era una buena pasión, era algo importante”, afirmó a Collider.
Su regreso estaría marcado por una nueva estrategia para no ser perseguida por los paparazzis: cambiarse el nombre Elizabeth Chase, identidad que adoptó pero que más adelante cambió por su apellido real.
En el 2021 llegó un nuevo reto para la menor de las Olsen: debutar en las plataformas de streaming de la mano de su querido personaje Wanda, en la esperada serie de Disney+ WandaVision. La aclamada producción, que marcó el inicio de la fase cuatro del UCM, la ha vuelto un rostro aún más familiar para las audiencias de todo el mundo.
“Perdí un par de oportunidades de las que realmente quería ser parte debido a mi compromiso de tiempo con diferentes proyectos de Avengers y eso me rompió el corazón y realmente no tenía claro lo que quería hacer (...). Y luego WandaVision se convirtió en una de las mejores oportunidades que he tenido en mucho tiempo de exploración desde el punto de vista laboral”, agregó a Collider.
La actriz ahora se prepara para un nuevo proyecto de la mano de Marvel. Se trata de Doctor Strange and the Multiverse of Madness, cinta que se estrenará en el 2022.
Hoy, es claro cuál es la Olsen más famosa de la familia.