Sin leña se apaga el fuego. Ni más ni menos esto es lo que le sucede al supuesto cierre del gran arco narrativo que, al comenzar, se mercadeó por estos lares con el título en castellano de La guerra de las galaxias y contó con la agudeza del director George Lucas.
Ahora cierra sin el brío ni la lógica del comienzo, con título en inglés, con otros directores y, lo peor, con las manos de los estudios Disney ahí metidas, quienes piensan siempre en cómo hacer dinero y no en cómo hacer un buen filme.
Con un guion perezoso en conceptos y lleno de repetidas acciones, lo demás es culpa de un director mediocre: J.J. Abrams. El título ahora es Star Wars: El ascenso de Skywalker, una historia de venganza nunca bien racionalizada y sin conceptos más nobles, como los que les daban cuerpo a películas anteriores: justicia, paz, amor, equilibrio político y otros que ustedes pueden señalar.
Parte de una trilogía, el filme de hoy intenta abordar o tener presente el universo habido en Star Wars o La guerra de las galaxias. Por ahí pierde concentración (quien mucho abarca, poco aprieta). Esta vez ni siquiera se atrevieron a los sugerentes cambios que el director Rian Johnson logró en Los últimos Jedi (2017).
Para volver a lo tradicional, lo mejor es un director también tradicional, de esos que llegan por encargo, y así lo entendió J.J. Abrams. Star Wars: El ascenso de Skywalker es filme lleno de acción y de peleas poco novedosas, porque a falta de pan, buenas son las tortas: se muestra sin originalidad dentro de su propio mundo narrado.
Con vacíos narrativos que la afectan en grado sumo, con largas ausencias de personajes que –luego– aparecen de repente y que llegan como hojas del cielo para envolver tamales, la película deviene redundante en sí misma y esto le es fatal.
Star Wars: El ascenso de Skywalker es la película de esta saga con más torpezas narrativas y su exceso de acción más bien aburre con efectos visuales no tan creativos ni virtuosos. Este filme es como el llamado a misa de las campanas de una iglesia: el mismo talán-talán.
La actriz Daisy Ridley no pasa de ser una atractiva modelo metida en el traje equivocado y, de todo el equipo, uno puede rescatar los esfuerzos del actor Oscar Isaac por hacer las cosas bien y darle alguna fuerza dramática a los acontecimientos.
Lo que sí le resulta horrible a la película son sus secuencias melodramáticas, como quien intenta escribir un poema de amor en medio de un huracán. El público, incluso, se ríe en algunas de esas secuencias, porque los besos que vemos parecen más bien de cuentos de hadas en filmes de Disney.
Película sin cohesión, es un pastiche desordenado más de la cuenta. No se puede recomendar, es como ir a comer y que le den bicarbonato como plato principal.
Ficha técnica
Título original: Star Wars: The Rise of Skywalker.
Estados Unidos, 2019.
Género: Fantástico.
Dirección: J.J. Abrams.
Elenco: Daisy Ridley, Adam Driver, Oscar Isaac.
Duración: 155 minutos.
Cines: Nova, Cinemark, San Pedro, Cinépolis, CCM, Studio.
Calificación: Dos estrellas de cinco posibles.