El cine de acción se ha vuelto tan intenso y tan exagerado con sus imágenes, que más bien resulta caprichoso; sin embargo, uno se asombra ante el uso de sus efectos visuales, los que le son ineludibles.
La plataforma de Netflix nos ofrece ahora un filme de acción que, al tener una razón auténtica, resulta más bien recatado en lo visual y sencillo con su desarrollo narrativo. Es propio del llamado realismo histórico.
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La película en cuestión se titula Operación hermanos (2019), cuyo título original es The Red Sea Diving Resort, escrita y dirigida por Gideon Raff, con el gancho de Chris Evans como actor principal, a partir de un personaje que no le exige mayor esfuerzo.
El filme se ubica en 1979, cuando la central de espionaje israelí, la Mossad, se adentra en el Sudán islámico para rescatar a judíos etíopes de los campos de refugiados y llevarlos a Israel.
Lo del conflicto entre palestinos y judíos ni se menciona, no interesa para el desarrollo de lo que aquí se narra, donde la figura del héroe, Ari Levinson (encarnado por Chris Evans), está diseñado con aquellas condiciones de un héroe sacado de la literatura del romanticismo.
Por ahí, el filme, aunque siempre de acción, peca de académico en su estilo. Pareciera que el guionista y director se leyó primero ese libro titulado La fábrica de historias, del psicólogo Jerome Brunner.
Cumplido el diseño del héroe, sujeto lleno de anhelos y valiente frente a todo riesgo, luego de eso, conocemos a sus oponentes: crueles al máximo. Aquí se exhibe el maniqueísmo del filme con su división de buenos y malos, entre los primeros están los judíos e Israel. Por supuesto que esto afecta el equilibrio narrativo del filme.
Sigue el desarrollo según los esquemas tradicionales; así, el héroe no solo enfrenta a sus crueles adversarios; también en su camino hacia su objetivo logra el apoyo oportuno de aliados que él había buscado.
La trama corre de manera continua, como el famoso viaje de Odiseo o Ulises, y en su momento surgirán –de manera muy calculada– las contrariedades que pondrán a prueba el temple del héroe y el de sus aliados, sin que alguno de ellos sufra ningún daño.
Como es lógico suponerlo, aparece el momento de la contradicción del héroe con sus compañeros, bien resuelta. Dicha secuencia, como lo señala o dice el antropólogo Richard Shweder, permite a los personajes juzgarse a sí mismos. Pronto llega el éxito final en términos de epopeya: no es que sea predecible, es que así sucedió.
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Su rigidez narrativa le hace perder emoción a la aventura referida, aunque no del todo. También se pierde el necesario desarrollo de los personajes: no hay evolución de ellos. Por ahí, Operación hermanos se anula en la perspectiva histórica de los sucesos.
Lo que sí está bien logrado es el aporte fotográfico de Roberto Schaefer, con el subrayado de la música de Mychael Danna, pero el total se queda a medio camino, aunque es disfrutable para un rato de ocio en la casa.
OPERACIÓN HERMANOS
Título original: The Red Sea Diving Resort
Estados Unidos, 2019
Género: Acción
Director: Gideon Raff
Elenco: Chris Evans, Alessandro Nivola, Haley Bennet
Duración: 129 minutos
Plataforma: Netflix
Calificación: Dos estrellas ( * * ) de cinco posibles