
El Lockheed 1329 JetStar que Elvis Presley compró en 1976 permaneció cuatro décadas olvidado en el desierto de Nuevo México, transformándose en una reliquia para los fanáticos del artista y la aviación. La aeronave, construida en 1962, representó un símbolo del estilo de vida lujoso y excéntrico que caracterizó al llamado “Rey del Rock and Roll”.
Elvis adquirió el jet el 22 de diciembre de 1976 por $840.000, apenas unos meses antes de su fallecimiento. Con una velocidad máxima cercana a los 900 km/h y una autonomía de aproximadamente 4.000 km, el avión se adaptaba perfectamente a las exigencias de las giras musicales.
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En su interior, el JetStar ofrecía un diseño completamente personalizado. Podía transportar entre ocho y diez pasajeros en asientos tapizados con terciopelo rojo, herrajes dorados y paneles de madera. Además, incluía un sillón incorporado, lo que daba un toque adicional de confort y distinción.
El sistema de entretenimiento a bordo contaba con un televisor, reproductores de VCR RCA y de casetes, junto con puertos individuales para auriculares y controles de audio en cada asiento. La cocina incorporaba microondas, dispensador de bebidas y áreas para preparación de alimentos, mientras que en la parte trasera había un baño y espacios de almacenamiento adicionales.
El avión requería una tripulación de tres personas: dos pilotos y un auxiliar de cabina. Lockheed fabricó solamente 202 unidades de este modelo en sus instalaciones en Marietta, Georgia.

El JetStar no fue la única aeronave de Presley. Formó parte de una flota que incluía también el Convair 880, conocido como “Lisa Marie” (indicativo Hound Dog 1), y otro JetStar, registrado como Hound Dog 2. Estas aeronaves eran utilizadas para trasladar a su equipo, banda, asistentes y al representante Tom Parker.
Luego de su muerte, la nave fue vendida en 1977 y terminó en manos de una empresa saudí. Con el tiempo, fue llevada al Centro Aéreo Internacional de Roswell, Nuevo México, donde quedó almacenada por décadas. Las condiciones actuales del JetStar impiden su uso, ya que se encuentra sin motores y con partes esenciales de cabina desmontadas. Por esta razón, se considera más una pieza para exhibición que una aeronave funcional.
El avión fue subastado por la firma Mecum Auctions en Florida por $260.000. En esa ocasión, Priscilla Presley, exesposa del cantante, participó del evento. El anterior propietario, Jim Gagliardi, lo había adquirido en 2017 por $430.000.



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