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Silvia Abarca, una pequeña empresaria oriunda de Pérez Zeledón, está triunfando en Estados Unidos con un restaurante en el que conquista paladares con cada plato.
Se trata de Lapa’s Costa Rican Bistro, el cual está ubicado en un pueblito llamado Bonita Springs, en Florida, a dos horas de Miami.
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Doña Silvia y su familia son oriundos de Pérez centro, y ella nos contó que su pasión por la cocina nació hace muchos años, inspirada por su querida abuelita.
La generaleña visitó el país norteamericano en 1998 por una amiga que le despertó el deseo de experimentar y en ese momento empezó a trabajar allá, a pesar de que tenía un poco de miedo.
Luego volvió a Costa Rica con la espinita, pues le había gustado la aventura. Así que, luego de darle vueltas al asunto, tomó la decisión de llevarse a sus cuatro hijos y pulsearla allá.
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“Yo tengo aquí casi 30 años de vivir en Estados Unidos y trabajé siempre en restaurantes. En el 2014 mis hijos y yo decidimos empezar este proyecto, esta travesía, porque estábamos cansados de regalarle fuerzas a todo el mundo y ya teníamos la experiencia para poder abrirlo.
“No sabíamos cómo nos iba a ir porque es un mercado un poco complicado. Hace 10 años era muy difícil y a Costa Rica casi nadie lo conocía, pero ahora la mayoría de mis clientes son americanos. Del 100% un 10% es latino”, nos contó doña Silvia.
Abarca tuvo claro desde el inicio que quería conquistar paladares, dando a conocer la auténtica cuchara tica a través de su talento y sí que lo logró.
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“Aquí pueden encontrar todos los platos típicos de Costa Rica, desde chifrijo hasta arroz con pollo, olla de carne, gallopinto, que son como los platos más tradicionales”, mencionó doña Silvia.
Pero eso no es todo, los visitantes se pueden topar con nachos, guacamole, chimichurri, cositas de picar y hasta miel de chiverre, que son recetas que han sido bien recibidas.
“A la mayoría de los gringos les gusta el arroz con pollo, la carne en salsa y los plátanos maduros. Hemos ido adecuando el menú a los clientes y nuestro objetivo es que la comida tenga la esencia de que es hecha en casa”, indicó.
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Algo que también caracteriza este proyecto es el compromiso con la frescura de sus productos y el esfuerzo constante por ofrecer una experiencia única.
En cuanto a su amor por Costa Rica, le preguntamos cuánto extraña el país, ya que dejar todo atrás y empezar desde cero en otro lugar no es nada fácil.
“Los primeros años fueron horribles porque uno extraña a la familia. La comida no tanto, porque yo siempre hacía desde antes de tener el restaurante. En mi casa cocinaba mucho carne en salsa y olla de carne.
“Lo más complicado cuando uno empieza es que no sabes con qué te vas a topar, la gente es muy exigente”, detalló la propietaria del restaurante.
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Abarca recuerda que al principio todo era incierto y lleno de retos; sin embargo, ella y su familia aprendieron a escuchar a los clientes y mejorar constantemente, sin perder su esencia.
Con el tiempo, lograron establecerse, a pesar de las situaciones que les tocó vivir, pero el compromiso con su sueño y el apoyo de otras personas los mantuvo en pie.
“Ya vamos a cumplir 11 años. Ha sido un camino muy duro y difícil. Pasamos por el covid, huracanes, no todo ha sido tan bonito como parece. En ocasiones vivimos momentos en los que uno se preguntaba: ‘Dios mío, ¿para dónde agarro?’; pero Él no nos ha abandonado", explicó Abarca.
Una ventaja que ha podido notar esta familia es que gracias a las redes sociales y al conocimiento que se tiene de Costa Rica en el mundo, es que han podido tener un crecimiento.
“El consejo que yo le doy a cualquier persona es que lo haga, que no tenga miedo, hay que echar para adelante y los sueños se cumplen.
“Mi sueño era abrir un restaurante de Costa Rica acá y gracias a Dios con el apoyo de mucha gente se pudo hacer”, nos contó muy emocionada.
Doña Silvia también agradece mucho la labor de Audiel Trejos, un chef mexicano que se ha convertido en su mano derecha y actualmente es el encargado de cocina.
