
Salir de casa con el WiFi del celular encendido parece inofensivo. Sin embargo, esta costumbre podría traer más inconvenientes que beneficios.
Especialistas en seguridad digital señalaron que esta acción compromete la privacidad del usuario y disminuye la duración de la batería del dispositivo.
Una de las principales consecuencias es el mayor consumo energético. Aunque el celular no esté conectado a una red, el WiFi permanece activo en segundo plano. Este estado de búsqueda constante de redes disponibles agota la batería más rápido de lo habitual.
Esa actividad puede parecer mínima, pero al extenderse durante varias horas al día, reduce de forma notable la carga del teléfono.
Además, dejar el WiFi activado fuera del hogar implica un riesgo de seguridad. El dispositivo puede conectarse de forma automática a redes públicas no protegidas, que suelen estar disponibles en sitios como cafeterías, parques o centros comerciales. Al conectarse a estas redes, el teléfono expone datos personales, contraseñas o accesos a servicios bancarios sin que el usuario lo advierta.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.