
Tras mantenerse activo desde inicios de año, la intensidad de las emanaciones del volcán Poás disminuyó en las últimas semanas, lo que llevó a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) a bajar el nivel de alerta de naranja a verde en el Parque Nacional y en Toro Amarillo de Sarchí, anunció la institución este miércoles.
Los expertos del Comité Asesor Técnico (CAT) en Vulcanología y Sismología determinaron que el tremor sísmico de fondo (vibración del suelo) se encuentra estable y con baja amplitud, los gases también se estabilizaron y se presentan eventos de largo período (LP), relacionados con la presión de volcán.
A través de drones se pudo observar una acumulación de ceniza hacia el oeste del cráter activo, lo que afecta los ríos Desagüe, Anonos, Gorrión y Agrio. Si bien la ceniza ha disminuido, las lluvias recientes la arrastraron hacia los cauces, por lo que la CNE recomendó evitar el consumo de agua en los ríos mencionados.
La entidad detalló que “aún debe vigilarse el comportamiento de la interacción de mayores volúmenes de agua con la boca A, dado que esto puede generar algunas erupciones freáticas”, que ocurren cuando aguas subterráneas entran en contacto con zonas calientes al interior del volcán.
Ante este escenario, la CNE solicitó a la población mantener comunicación permanente con los comités municipales y comunales de emergencia, en caso de reportes de caída de ceniza o presencia de gases volcánicos, y monitorear los sectores de mayor riesgo en los cantones aledaños al Parque Nacional, en caso de algún evento eruptivo mayor.
Alejandro Picado, presidente de la CNE, advirtió que en cualquier momento la actividad del coloso puede volver a aumentar.
El volcán Poás, cuyo acceso al público está cerrado desde el 26 de marzo, ha mantenido erupciones y expulsión de gases constantes durante este año.
Uno de los eventos más recientes ocurrió el pasado viernes, cuando expulsó gases y vapor que formaron una columna blanca visible desde varios puntos del Valle Central, según confirmó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) de la Universidad Nacional (UNA).
La emisión se elevó cientos de metros sobre el cráter y quedó registrada por la cámara de monitoreo en Chahuites, Santa Bárbara de Heredia.