
El temblor de 5,4 grados, registrado este lunes a las 12:33 p. m. en Osa, Puntarenas, activó las alertas del app del Ovsicori segundos antes de que se percibiera en el Valle Central.
Marino Protti, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), aclaró que el sistema de alerta temprana no predice el evento, sino que actúa después de que el sismo ya ocurrió.
En el caso del temblor de este lunes, los usuarios del app recibieron varias alertas.
Cuando un sismo se produce, las ondas sísmicas comienzan a propagarse desde el epicentro. El sistema monitorea estas ondas a través de estaciones sísmicas distribuidas estratégicamente.
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“Por ejemplo, si el sismo es en Quepos y las tres primeras estaciones en la Acosta lo registraron, avisa al Valle Central que las ondas sísmicas van de camino. Ese es el ese es el tiempo de alerta. Ya el sismo ocurrió y lo que se hace es adelantarse a las ondas sísmicas para que la gente sepa que va a sentir ondas sísmicas en cierto momento cercano”, explicó Protti.
Cuando al menos tres estaciones cercanas detectan el movimiento, un algoritmo calcula una ubicación preliminar y una magnitud preliminar. Con esos datos, la aplicación del Ovsicori envía notificaciones a los usuarios según su ubicación:
- Si la zona del usuario no sentirá el sismo, recibe una alerta silenciosa.
- Si la zona percibirá un movimiento leve, la alerta incluye un sonido y la información del sismo.
- Si se prevé un sismo fuerte o con daños, la aplicación emite un aviso sonoro intenso (“sismo, sismo, sismo”) para que el usuario pueda tomar medidas inmediatas.
La efectividad depende de que el usuario tenga Internet activo y el celular encendido, ya que sin conexión no se recibe la notificación. Además, la aplicación ajusta la alerta en función de la distancia entre el epicentro y el usuario, para brindar información personalizada y oportuna.
Protti explicó que el temblor de este mañana se trató de un sismo intraplaca, producido por el doblamiento de la placa del Coco al introducirse por debajo de la placa de Panamá.
El evento se registró a unos cinco kilómetros de profundidad, aproximadamente 60 kilómetros al suroeste del Parque Nacional Marino Ballena, en Uvita de Osa.
