La mañana del miércoles 30 de abril pasado, la rutina de Alexander Cubero, vendedor ambulante de comida caribeña, se interrumpió por el estruendo de la muerte. A las 9:41 a. m., un tráiler perdió el control en la ruta 32, exactamente en el cruce conocido como Doña Lela, en San Miguel de Santo Domingo, Heredia.
La escena fue devastadora: una colisión múltiple, seis vehículos livianos afectados, una motocicleta arrastrada por el camión y un saldo de tres personas heridas y una fallecida.
Cubero, de 37 años, fue uno de los sobrevivientes. Aún hoy, casi 15 días después, el ruido del impacto retumba en su memoria.
“Fue como si cayera un rayo a la par mía. Cerré los ojos y cuando los abrí, el tráiler venía encima. Yo solo corrí… no sé cómo no me congelé. Todavía me pregunto cómo logré moverme”, relató Cubero en entrevista con La Nación.
“Veía al muchacho de la moto”
Más allá del golpe físico, Cubero también lidia con el recuerdo del accidente, pues aseguró no logra contener las lágrimas al recordar lo vivido. Asegura que durante los primeros días no podía dormir.
“Cerraba los ojos y volvía a ver el camión. Veía al muchacho de la moto pidiendo ayuda. Iba, tomaba agua, me acostaba, y otra vez lo mismo. Fue algo que me marcó. A veces lloro solo, me hago el fuerte por mis hijos, pero estoy muy afectado”.
Al preguntarle si tiene miedo de volver a trabajar en el mismo lugar, la respuesta es sincera, pero también reveladora del trauma:
“El otro día iba para una cita del INS en Guápiles y pasaban tráileres a la par del bus. Me dio un pánico horrible. Mi fe es volver, porque he hecho vida en ese lugar. Pero no sé qué voy a sentir el día que regrese. Sería mentira decir que no tengo miedo”.
El tráiler me iba a matar
El accidente fue captado por cámaras del sistema de vigilancia vial. Las imágenes muestran el momento en que el tráiler, descontrolado, embiste a una serie de vehículos detenidos por la luz roja del semáforo. Entre ellos, un motociclista fue aplastado de la cintura hacia abajo por el contenedor del camión.
Aunque fue trasladado con vida al Hospital Calderón Guardia, lamentablemente falleció horas después debido a la gravedad de sus heridas.
Alexander como todos los días, vendía sus patís, pambones y cocadas a los conductores que detenían sus autos en ese semáforo.
“Yo estaba en el primer carro, uno azul, justo al frente. Le estaba ofreciendo un patí al conductor cuando escuché el estruendo. Volví a ver y el camión ya venía arrastrando la moto del muchacho”, dijo.
Cubero intentó huir, pero en el intento sufrió una lesión severa en la pierna debido a un golpe que le dio uno de los carros.
“Sentí como si me pegaran con un tubo. Un golpe fuerte. En ese momento pensé: ‘ya me mató’. Aun con el dolor, seguí corriendo. El camión me venía persiguiendo. Y yo corrí como 30 metros a como podía”.

El miedo no terminó con el golpe. La escena se volvió aún más caótica cuando, producto del derrame de combustible, se levantó una llamarada frente al semáforo.
“Pensé que todo iba a explotar. Yo gritaba por ayuda, no podía correr más. Por dicha unas personas me auxiliaron y me sacaron”.
Una lesión que lo dejó sin ingresos
Tras el accidente, el Instituto Nacional de Seguros (INS) lo contactó para que atendiera la lesión en la pierna. Fue a consulta médica, donde le diagnosticaron una ruptura en el tendón y un hematoma por acumulación de sangre. Lo incapacitaron por algunos días.
“El INS me mandó papeles para acá, papeles para allá. Yo, con tres hijos, mi esposa, mi mamá, y sin poder trabajar”, se manifestó este vendedor.
Alexander lleva 17 años vendiendo comida caribeña en las calles. Desde hace cinco años se ubicó de forma permanente en el semáforo de Doña Lela, donde ya era conocido por los conductores y vecinos.
“Mucha gente me conoce, me ayudan porque ven que uno se gana la vida con honestidad. Pero ahora estoy jodido, de verdad. Un tío me ha ayudado, pero ¿hasta cuándo?”.
“Dios me salvó por algo. Si me dejó vivo, es porque todavía tengo que luchar. Tal vez un día vuelva a ese semáforo. Tal vez lo haga con miedo, pero también con la fe”, concluyó.
Por este accidente el Ministerio Público confirmó a La Nación que la Fiscalía Adjunta de Heredia investiga a un hombre de apellidos Alvarado Arguedas, como sospechoso de cometer los delitos de homicidio y lesiones culposos.
“A esta persona (conductor del tráiler) se le tomaron los datos de identificación y ahora se está a la espera de recibir el informe del OIJ”, mencionaron.
Este caso se investiga bajo el expediente 25-0003557-0059-PE.
