Los cuestionamientos a la Contraloría General de la República (CGR) han sido la constante durante el gobierno de Rodrigo Chaves.
Dichos ataques se incrementaron a inicios del 2024, cuando Chaves señaló a la CGR por detener una contratación de escáneres a Radiográfica Costarricense (Racsa) y cuestionar el trámite del proyecto de Ciudad Gobierno.

Esa misma línea sostuvo el ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos, luego de dar a conocer el 9 de abril la intención de construir en 195 días una megacárcel para 5.000 privados en libertad, en un terreno que aún no se conoce y bajo un modelo de contratación que, según Campos, saldría más barato, pero que tampoco ha sido revelado.
Campos aseguró a La Nación que la Contraloría “va a tener que cargar sus muertos” si presenta obstáculos para la construcción de la nueva prisión, diseñada partir de los planos del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), donados por el gobierno de El Salvador.
El mismo discurso mantuvo Chaves durante su visita a La Reforma, el pasado viernes, donde afirmó que “no le sorprendería” que la contralora Marta Acosta trabara el proyecto. Sostuvo que al modelo de contratación para edificar esa megacárcel le van a poner 1.001 peros los “defensores de los criminales y los narcotraficantes”.
Sin embargo, prometió que se realizará un modelo de contratación dentro del marco de la ley, para evitar cualquier obstáculo de la CGR.
Al respecto, el exviceministro de Justicia, Marco Feoli (2015-2018), comentó que durante la administración de Luis Guillermo Solís se construyeron tres cárceles y nunca se percibió al ente contralor como una amenaza.
“Las instituciones tienen una función y las instituciones de control justamente como la Contraloría o el Poder Judicial, entre otras cosas, lo que hacen es prevenir actos de corrupción. Si no hay controles, hay corrupción”, manifestó.
“Cuando yo trabajé con doña Cecilia Sánchez (exministra de Justicia) nunca nos planteamos que la Contraloría era un obstáculo. La Contraloría cumple una función que es esencial en cualquier Estado de derecho, que es justamente dar seguimiento al manejo de los fondos públicos”, agregó.
Medida contra homicidios
Según el ministro Campos, la megacárcel es una respuesta a la ola de homicidios que atraviesa Costa Rica en los últimos años. Durante la actual administración, la tasa creció de 12,6 asesinatos por cada 100.000 habitantes en el 2022, a 17,2 el año pasado.
“Si no hacemos contención y nos damos la mano, ¿quién sufre? El país. ¿Quién sufre? Los costarricenses. Es que son 8.780 homicidios del 2010 al 2024 ¿Ustedes saben cuántos hay resueltos? Porque yo no sé. ¿Y cuántas familias todavía están llorando a sus muertos porque no hay una condena?“, cuestionó.
Consultado sobre si recurriría a un modelo de contratación distinto a los que contempla la ley, aseguró desconocer cuál se utilizaría porque el equipo administrativo está trabajando en ello y agregó: “Si lo tradicional nos ha hecho botar la plata, ¿por qué tenemos que seguir con lo tradicional?“.
El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, de la Defensoría de los Habitantes, advirtió sobre las deficiencias de trato en las cárceles del país y falta de personal penitenciario.
Al respecto, el ministro aseguró que esas afirmaciones no han tomado en cuenta el manejo de prisiones en “países exitosos” como El Salvador.
Desde que llegó al poder, el presidente Nayib Bukele enfrenta cuestionamientos de diferentes organizaciones de derechos humanos por la detención de miles de personas como parte de su “guerra” contra las pandillas. También objetan el trato que reciben los prisioneros reciben dentro del Cecot
Prisioneros han reportado que solo salen de sus celdas para audiencias judiciales, realizadas virtualmente en una de las seis salas del penal, o para hacer ejercicio por media hora en un pasillo del pabellón. Se duchan con agua de una pila dentro de las celdas y beben agua de un barril de plástico.
Duermen en catres de acero inoxidable sin colchón, con una delgada sábana blanca. Sus comidas consisten en frijoles o pasta, y el gobierno prohíbe servir carne.
Campos visitó la megacárcel salvadoreña en abril, luego de que fueran recibidos allí más de 200 venezolanos deportados por Estados Unidos.
El jerarca aseguró no haber visto ningún tipo de maltrato contra los privados de libertad.
“Viera que yo fui ahí y no vi eso, yo estuve en medio de ellos. Vi las camas limpias, ellos con su uniforme, vi la alimentación que le dan. Es más, vi al equipo médico atendiéndolos, porque tienen un rol establecido. Vi las salas de audiencia que tienen con los tribunales de justicia de allá”, aseguró.