
La Universidad de Costa Rica (UCR) ordenó este jueves la evacuación inmediata y obligatoria de estudiantes, profesores y personal administrativo en todas sus sedes del país, luego de recibir una amenaza de ataque armado.
El mensaje mencionaba a un grupo extremista internacional llamado “764”, lo que llevó a la institución a activar sus protocolos de seguridad. Estas son las seis claves para entender el caso en desarrollo:
1. Amenaza que originó evacuación
La alerta comenzó luego de la circulación en redes sociales y mensajes de WhatsApp entre estudiantes y personal universitario en el que una persona advertía sobre un ataque con armas de fuego y cuchillos. En el mensaje, el remitente afirmaba pertenecer a un grupo de internet denominado “764” y hacía referencia a un canal de mensajería llamado “Terror 764”.
El contenido generó preocupación inmediata, pues incluía expresiones violentas y alusiones a un posible ataque físico en el campus.
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2. Activación de protocolos
Ante la amenaza, la universidad presentó una denuncia formal ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y ordenó la evacuación total y obligatoria de todas sus sedes y recintos, incluida la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, en San Pedro de Montes de Oca.
Videos compartidos con La Nación muestran a estudiantes y personal abandonando los edificios de forma ordenada mientras los equipos de seguridad supervisaban el proceso.
La institución destacó que, aunque no se ha confirmado la veracidad del correo, se actuó bajo el principio de prevención y confirmó de circulación de la comunicación entre el entre personal y estudiantes del mismo.
3. ¿Qué es el grupo “764”?
El grupo “764” fue identificado este año por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos como una red extremista violenta de alcance internacional.
En abril de 2025, las autoridades estadounidenses arrestaron a Leonidas Varagiannis, alias War, de 21 años, y Prasan Nepal, alias Trippy, de 20, acusados de liderar una célula del grupo conocida como 764 Inferno.
Según la acusación del Departamento de Justicia, “764” promovía una ideología nihilista y aceleracionista que buscaba “destruir la sociedad civilizada” mediante la explotación de menores, la difusión de material violento y la incitación a la autodestrucción.
El FBI calificó esta red como una de las más perturbadoras operaciones de explotación infantil y violencia en línea detectadas hasta la fecha.
4. Conexiones y verificaciones pendientes
Aunque el mensaje circulado en la UCR hace referencia al nombre “764”, las autoridades costarricenses aún no han determinado si existe un vínculo real con el grupo o si se trata de una imitación o una mención sin conexión con la organización y quien envió el mensaje.
En tanto, las autoridades universitarias reiteraron su llamado a la calma y su compromiso con la seguridad de toda la comunidad educativa.
5. Investigación en curso
El OIJ asumió la investigación para rastrear el origen del correo electrónico y determinar si existe relación directa con el grupo internacional que se menciona.
Rándall Zúñiga, director del OIJ, dijo que permanece en investigación el caso al ser consultado directamente por La Nación sobre la presunta vinculación del grupo en este incidente.
Según el representante de los colegios profesionales ante el Consejo Universitario, William Méndez, la universidad aún analiza la autenticidad del mensaje y las posibles conexiones con organizaciones extranjeras, aunque subrayó que la activación del protocolo fue obligatoria por razones de seguridad.
“Precisamente hoy, el Consejo Universitario iba a conocer un pronunciamiento sobre las amenazas que han tenido los medios de comunicación de la UCR, un tema que daremos a conocer en próximos días”, indicó el vocero.
6. Actividades trasladadas a la virtualidad
Como medida precautoria, la UCR trasladó todas las clases, reuniones y trámites administrativos a la modalidad virtual hasta nuevo aviso.
Los cuerpos de seguridad universitaria, junto con las autoridades judiciales, realizan inspecciones en los distintos campus para descartar riesgos y garantizar condiciones seguras antes de retomar la presencialidad.