
Un total de 1.080 unidades de licor, entre las que había cerveza, ron, whisky, vodka y aguardiente fueron decomisadas por la Fuerza Pública este sábado en un vehículo en las inmediaciones del Parque de la Paz, en San Sebastián. El informe policial indica que aparentemente ese licor ingresó de forma irregular al país.
La incautación fue parte de un megaoperativo realizado por la Fuerza Pública, que estableció un control de carreteras donde abordaron a un sujeto dentro de un vehículo y observaron que llevaba una gran cantidad de cajas con licores de distintas marcas. Al consultarle por las facturas de compra, el hombre indicó que no las tenía, por lo que de inmediato se coordinó con la Policía de Control de Fiscal para que acudiera al lugar y procediera con el decomiso.
Cuando los policías sacaron las cajas de la parte trasera del carro, encontraron un compartimiento donde venían más bebidas alcohólicas, que también fueron retenidas. La Fuerza Pública informó de que se mantendrá alerta pues en este mes se incrementa el contrabando de licor en el territorio nacional, principalmente en cabeceras de provincia y puntos fronterizos.
En setiembre del año pasado, en un operativo coordinado con la Fiscalía Adjunta de Delitos Económicos, Tributarios, Aduaneros y Propiedad Intelectual, el Organismo de investigación Judicial (OIJ) desarticuló una banda dedicada al contrabando de licores que reclutó a 20 oficiales de la Fuerza Pública y les pagó hasta ¢100.000 a cada uno, para burlar los retenes que podían encontrar en carretera mientras movilizaban la mercancía. Esa vez el OIJ hizo 12 allanamientos para detener a 31 personas vinculadas con el grupo.
“Se ha determinado que las bodegas utilizadas por la organización se encuentran en Limón y Alajuela, ahí llevaban los cargamentos y los distribuían a comerciantes que llegaban a recogerlo o a comprarlo. También lo distribuían ellos mismos a diferentes locales de Limón, Alajuela, Heredia y San José”, informó el OIJ en aquella ocasión.
Los licores procedentes de Panamá eran recogidos en la margen del río Sixaola y luego miembros de la banda hacían los traslados y el almacenaje del licor con la ayuda de policías, mientras que otros integrantes iban en otro vehículos realizando la escolta del carro que llevaba el contrabando.
